La Vanguardia

Abonado a la violencia

El asesino de la Vila Olímpica protagoniz­a un altercado en el hospital del Mar, donde está ingresado su padre

- MAYKA NAVARRO Barcelona

Valentín Moreno Gómez. Un nombre asociado desde hace 16 años a uno de los asesinatos más salvajes de la historia de Barcelona, el crimen de la Vila Olímpica. En abril del 2000, el joven Javier Robledo Peña fue pateado hasta morir por un grupo de adolescent­es que le eligieron al azar. Los asesinos robaron una cazadora en una discoteca y ya en la calle la colocaron como señuelo para atacar sin piedad al primero que la tocase. Esa noche Valentín Moreno cumplía 18 años, así que fue juzgado por la ley del Menor. El miércoles, el hombre volvió a dar muestras de su carácter violento. El escenario, el servicio de urgencias del hospital del Mar.

Su padre había ingresado por un problema respirator­io. Mientras esperaba ser trasladado a una cama en planta, el paciente estaba en un box de urgencias, acompañado de un familiar. Valentín Moreno intentó acceder a la zona restringid­a para ver a su padre. “Se le explicó que no podía entrar, que las urgencias ya estaban bastante colapsadas y que no podía haber más de un familiar por paciente”, explicó ayer un trabajador del centro. “De las palabras no tardó en pasar a los gritos”, añadió. Y enseguida, los primeros golpes.

Con los primeros gritos se acercó hasta urgencias un primer vigilante de seguridad. Enseguida pidió refuerzos. Y al tumulto se añadieron para intentar ayudar a los vigilantes algunos camilleros que estaban cerca. Hubo un momento en que ni una decena de vigilantes y varios camilleros eran capaces de reducir a Valentín Moreno. A su lado, su hermana escupía y amenazaba de muerte al personal de urgencia, mientras que su otro hermano, Israel, también con antecedent­es, presenciab­a la escena sin intervenir.

El centro alertó a los Mossos d’Esquadra, que trasladaro­n seis patrullas. Pero en cuanto llegaron los primeros uniformado­s, Valentín Moreno depuso su actitud. Ayer, media docena de vigilantes de seguridad se acercaron a las comisarías de Ciutat Vella y Nou Barris a denunciar. Todos acudieron con parte de lesiones. Y aseguraron que Moreno “se tiró al suelo en cuanto llegó la policía simulando que le habíamos agredido”. A la denuncia se sumarán hoy varios camilleros.

Los Mossos comprobaro­n entonces que las agresiones sufridas por el personal del centro habían sido leves. Identifica­ron a todos los presentes, confirmaro­n que Valentín Moreno tiene domicilio fijo y ninguna causa pendiente con la justicia, y le dejaron marchar. Su padre ya ha sido trasladado a una habitación en planta, lo que permitió que ayer la situación ya estuviera reconducid­a. En cualquier caso, los responsabl­es médicos del hospital se han puesto en contacto con los Mossos para garantizar que recibirán una respuesta rápida de las patrullas si se produce cualquier otro incidente los días que el paciente permanezca hospitaliz­ado.

La última vez que se supo de Valentín Moreno fue en el 2010, cuando lideró la paliza que seis integrante­s del equipo de fútbol del Bada Bing propinaron a varios jugadores de origen sudamerica­no del Rosario Central. Valentín y su hermano Israel fueron condenados a seis años de cárcel por un suceso que tuvo como agravante el racismo.

Diez vigilantes y varios camilleros agredidos no pudieron reducir al hombre, que quería entrar a un box

 ?? JORDI PLAY / ARCHIVO ?? Valentín Moreno,el día que fue juzgado por la agresión a los jugadores del Rosario Central, en el 2010
JORDI PLAY / ARCHIVO Valentín Moreno,el día que fue juzgado por la agresión a los jugadores del Rosario Central, en el 2010

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