Los implacables del área
En el duelo de goleadores, Aduriz gana la partida a Suárez
Los nueves, los goleadores, los futbolistas de área, son tipos duros. Y cuanto más solos tienen que pelear con la defensa rival, cuanto menos potente es su equipo, más cicatrices lucen en las botas. Son forajidos del balón, gente implacable que ha aprendido que en la jungla del área sólo sobreviven los más duros. Hay que pisar antes que ser pisado. Hay que asustar antes que acobardarse. Una salida desbocada de un portero –que suele ir de cara y con todo controlado– puede ser tremenda. Un pisotón a los talones por parte del defensa de turno –que suele golpear por la espalda– duele. Tienen que aguantar mucho y, cuando pueden, imponer su ley. El mexicano Hugo Sánchez era un maestro en el arte de martirizar a sus marcadores. Ayer había dos goleadores de pura raza en San Mamés. Cada uno con su estilo y sus objetivos.
Luis Suárez buscaba su gol cien con el Barça. Seguirá esperando. El uruguayo apenas entró en juego y acabó sin resuello, quizá algo pasado de peso. Abducido por el juego errático del tridente y de un equipo de muy limitada efectividad cuando tuvo el control y aún peor cuando perdió el guión. Suárez, que no sólo es gol, empezó bien, trabajando desde todas las posiciones. En el minuto 5, pegado a la banda izquierda, robó un balón con peligro. En el 7, realizó una inteligente diagonal, desde la posición de 9 hacia la izquierda, que aprovechó Neymar para disfrutar de una autopista por el centro. Y segundos más tarde ya estaba peleando el balón y amenazando a la defensa rojiblanca como extremo derecho. Tres versiones distintas de Suárez en pocos minutos, tres caras distintas. Un espejismo, a la espera de su papel de protagonista, de killer del área. Nunca llegó.
Enfrente estaba otro cacique del área, Aritz Aduriz, 35 años. Superados ya claramente los cien goles (con el Ahletic, porque además ahí están los que anotó con el Mallorca y con el Valencia). Aduriz, finísimo en el primer gol local. Él creó el peligro abriendo a la derecha a Raúl García y concluyó una jugada exquisita con su cabezazo a las mallas. 134 tantos de rojiblanco, noveno máximo realizador del Athletic, toda una proeza en el club de los Zarra, Bata, Gorostiza, Gaínza... Aduriz también apareció en la foto del 2-0, con un toque de alta escuela que habilitó a Iñaki Williams. Vital Aduriz para este Athletic todo pundonor.
Pero Aduriz fue también protagonista de una jugada indecente, una agresión sin atenuantes sobre Umtiti, que le estaba sometiendo a un férreo marcaje en los saques de esquina. Y lo peor fue ver cómo el central blaugrana se retorcía de dolor sin que Aduriz se acercara a excusarse o, al menos, a interesarse por su estado físico. Para lo bueno y para lo malo, son gente implacable.