Vuelta a las andadas
El equipo alemán neutralizó a Tomic y mandó con su defensa
“Además de ganar, el equipo está empezando a jugar bien”. Con esta idea, expresada por el técnico Bartzokas, el Barcelona Lassa afrontó el partido de ayer ante el Brose Bamberg, en el inicio de la segunda vuelta de la Euroliga. En octubre, cuando jugaron en el Palau, el Barça ya estaba obligado a ganar y lo hizo por un ajustado 78-74. Muchas semanas más tarde se repetía la historia ante un adversario anotador, capaz de tumbar ante su público al Olympiacos con 82 puntos o al colista a domicilio con 90. Unas cifras muy elevadas para un equipo blaugrana que tan sólo anota un promedio de 66,9 como visitante. El reto, pese a ser asequible –es evidente que el Brose no ganará el torneo–, era complicado para los blaugrana. Pero no podía esperarse que el desenlace fuera tan contundente, que la derrota hiciera tanto daño. La agresividad defensiva de los alemanes, que neutralizaron a Tomic, les permitió controlar de principio a fin a los barcelonistas, que sólo jugaron a rachas y mostraron de nuevo una falta de carácter letal, incapaces de igualar la intensidad de su rival. La decepción es grande y obliga, de inmediato, a ganar los dos próximos encuentros, que se jugarán en el Palau, ante el Olympiacos y el Anadolu Efes.
Más allá del resultado final y de perder el average con un adversario que iguala a los blaugrana en la clasificación, lo peor fue otra vez la imagen de los catalanes, demasiado alejada de la que está obligado a dar un equipo del primer nivel. Pese a que durante varias fases fue vapuleado por el Brose, el Barça sólo hizo 13 faltas y perdió más balones (18) que asistencias repartió (12).
Melli, designado mejor jugador de diciembre de la Euroliga con 15,6 puntos, 8 rebotes y 2,3 asistencias, fue de menos a más y acabó siendo el mejor del partido (17 p, 13 r), aunque su recital contó con la participación de varios compañeros: Miller logró 6/8 en triples, Strelnieks confirmó su condición de tirador (20 p) y Theis se añadió a la fiesta con 11 puntos casi consecutivos cuando el Barcelona se había acercado hasta el 66-60 a falta de 4m20s. Pero el partido concluyó con un parcial de 19-4.
El conjunto de Trinchieri, al que le gusta mucho lanzar triples –tiene la mejor estadística de la competición con un 43,02% de aciertos y ayer se acercó mucho a ella con 42,9%–, llevó siempre la iniciativa ante un Barça que se recuperó pronto del 5-0 inicial gracias también a su acierto en el tiro exterior con tres triples seguidos de Rice, Doellman y Navarro. Pero los puntos de Miller (14 en el descanso) y Strelnieks (10) hicieron mucho daño a los visitantes, que no defendieron bien y perdieron hasta 10 balones en el primer tiempo, tres de ellos consecutivos en el ecuador del segundo cuarto, lo que facilitó las primeras ventajas claras del conjunto alemán (29-22 o 38-29).
Cuando Renfroe logró un triple para el 29-25, los blaugrana llevaban 5m40s con sólo dos puntos gracias a dos tiros libres. Pero lo peor estaba por llegar y a los 27 minutos los alemanes ya vencían por 56-36. Unos buenos minutos de Vezenkov y Rice permitieron soñar con un parcial de 3-17 (5953), la misma desventaja del mencionado 66-60. Sin embargo, fue sólo una ilusión y el tramo final castigó de nuevo sin piedad los constantes errores del Barça.