Las flores ya viajan on line
Tres jóvenes crean The Colvin Co. para desintermediar los envíos de ramos
Cuando eran estudiantes de Esade, Sergi Bastardas, Andrés Ceste y Marc Olmedillo montaron un negocio de venta de rosas el día de Sant Jordi que repitieron durante varios años. Luego coincidió que se fueron a trabajar a Madrid: en Amazon, Citibank y Glaxosmithkline, respectivamente. No habían vuelto a pensar en las flores hasta que hace unos meses, durante un viaje en AVE, se pusieron a charlar sobre cómo la digitalización, que está transformando todos los negocios, no había llegado aún a los ramos de flores. Se animaron: empezaron a estudiar el mercado, elaboraron un plan de negocio y, visto el interés que despertaron cuando lo fueron a presentar a posibles inversores, con 24 años los tres han acabado dejando sus trabajos para dedicarse al nuevo proyecto.
The Colvin Co. nació con la idea “de transformar el envío de flores, mejorando el coste y la experiencia del comprador”, explica Bastardas. Han conseguido 300.000 euros para arrancar, entre sus aportaciones, la entrada de socios –Sitka Capital, directivos de Amazon, Google y Citigroup, business angels de Esade Ban, y un family office– y financiación pública. La experiencia financiera de los emprendedores les ha ayudado a diseñar la estructura de esta primera ronda, y además han creado un consejo asesor con algunos de los directivos que les apoyan.
“En los últimos años, en Estados Unidos han salido iniciativas destinadas a profesionalizar este sector, que está muy fragmentado y eso acaba perjudicando a la experiencia de compra”, señala. Su modelo busca estandarizar el producto y acortar el viaje entre el productor de las flores y el cliente final, ahorrando intermediarios y comisiones, dicen. “Tenemos contactos con proveedores del Maresme y de Holanda, y ya podemos hacer envíos a toda España. El siguiente paso será probar en Portugal y el sur de Francia”, aseguran. “Las flores viajan mejor de lo que pensamos, y tenemos una buena solución de hidratación. Los envíos llegan en 24 horas”.
The Colvin Co. tiene su sede en el mercado de la flor de Mercabarna, donde emplea a seis personas. “Vemos que podemos ofrecer un buen producto, con una buena experiencia, a un buen precio”. Ahora se centran en la construcción de su modelo de negocio de integración vertical, para ser escalables, y han empezado con página web. Después, cuando trabajen para aumentar la frecuencia de compra de los clientes, plantearán el desarrollo de una aplicación móvil, dice Bastardas.
Para este 2017 esperan alcanzar ventas de medio millón de euros. Buscarán inversores para darse a conocer y crecer más rápido, porque están en el mercado desde hace un mes, pero ya saben que quieren “liderar el cambio del sector en el mercado europeo”.