Obama califica de “vil” el ataque de cuatro negros a un joven blanco
Críticas a Facebook por no haber frenado la difusión de las torturas infligidas a un discapacitado
Los cuatro racistas negros de Chicago pasaron ayer a disposición judicial entre la consternación y la constatación del agujero racial en Estados Unidos. Sin olvidar el papel de las redes sociales en la expansión de estas aberraciones. El presidente, Barack Obama, en declaraciones a una cadena de su ciudad adoptiva, calificó de “vil” el “delito de odio que hemos visto en Facebook”.
La consideración del primer presidente negro del país subraya la gravedad del caso. Un asunto en el que las víctimas habituales de la violencia racial se convierten en los torturadores de un chico blanco de 18 años que sufre una discapacidad mental, al grito de obscenidades contra Donald Trump, los blancos y burlas a la condición mental del herido.
“El salvaje acto de violencia”, según el reverendo Jesse Jackson, puede salirles muy caro. Jordan Hill, Tesfaye Cooper y Brittany Covington –los tres de 18 años– y Tanishia Covington, de 24 y hermana de la anterior, se enfrentan a duras penas, incluso de cadena perpetua, por ese delito de odio que agrava los cargos de secuestro, agresión, tenencia de armas letales o robo.
Los padres acompañaron a un MacDonalds a la víctima, donde había quedado con Jordan Hill, conocido del colegio. Debía pasar la Nochevieja con él. La fiesta se convirtió en una sesión de tortura. El joven blanco estuvo amordazado y atado al menos cinco horas, en las que le sometieron a torturas –desde darle de patadas hasta pincharle con una navaja–, mientras una de las acusadas grababa con el móvil la fechoría y la retransmitía en directo por Facebook, compañía que se negó a responder a las crecientes preguntas por su aparente fallo al no frenar la difusión de dicha brutalidad.
En una ciudad como Chicago, estigmatizada por la violencia, no han faltado los que han vinculado esta tragedia a la irrupción del movimiento Black Lives Matter.
“Lo que emerge ahora no son más que los problemas que tenemos desde hace largo tiempo”, señaló Obama. “Sea por la tensión entre la policía y la comunidad, estos delitos de odio son despreciables”, añadió. Pero, a la espera de que le releve un presidente que ha envalentonado a los nacionalistas blancos, Obama no pierde la esperanza. “La generación que viene es más inteligente, con una actitud más meditada sobre las relaciones raciales”, añadió.