La Vanguardia

En el nombre de Aznar

Existe un espacio electoral a la derecha del PP, pero es demasiado incierto (y quizás exiguo) para el expresiden­te

- CARLES CASTRO Barcelona

Los frecuentes exabruptos ideológico­s de José María Aznar contra la supuesta flaccidez programáti­ca del PP llevan a especular con la posibilida­d de que el expresiden­te se sienta tentado de crear un partido a su imagen y semejanza. Y ese partido, en principio, debería situarse a la derecha del PP o, al menos, solaparse con su flanco derecho. Cualquier especulaci­ón, sin embargo, debe ubicar previament­e al Partido Popular y a sus votantes en la escala ideológica, a fin de detectar el espacio potencial de una marca de nuevo cuño.

En este sentido, las cifras de los sondeos del CIS reflejan las profundas raíces del PP en el espacio del centro a la derecha y desvelan, por tanto, el secreto de su éxito. Para empezar, los electores sitúan al Partido Popular en torno al 8,3 en una escala ideológica en la que el 1 es la extrema izquierda y el diez la extrema derecha. Sin embargo, los votantes populares colocan al PP algo más al centro: en el 7,55. Y, finalmente, los propios electores de Rajoy se sitúan ellos mismos en una posición más templada: el punto 7.

La radiografí­a de esta última cifra es todavía más elocuente. Más del 60% de los votantes populares se encuentran en los puntos 6, 7 y 8 de la escala; es decir, claramente en el centrodere­cha. Otro 13% se sitúa en el punto 5 (centro puro), y más del 14%, en el 9 y el 10 (derecha extrema). Pero si la operación se realiza desde otra perspectiv­a, el resultado es más clarificad­or en un horizonte de competenci­a electoral. Por ejemplo, el conjunto de electores situados en el flanco derecho (del 8 al 10) suponen menos del 10% del censo (casi tres millones sobre un total de algo más de 34 millones). Pero en ese tramo, el dominio actual del PP es abrumador: entre el 80% y el 90% de los electores que se sitúan en ese espacio votan al Partido Popular. Otra cosa es que voten más al PP de Aznar que al de Rajoy (o que se identifiqu­en más con su “déjame que beba tranquilam­ente” que con las campañas de tráfico del actual Gobierno). Por el contrario, la cifra de electores que no votan al PP en ese tramo de la escala supone sólo unos 600.000 (más del doble de los que apoyaron a la derecha radical de Vox en las últimas europeas). Pero de nuevo hay que insistir en que ese mínimo podría perfectame­nte ampliarse con un candidato potente como Aznar, ya que es del todo verosímil que una porción sustancial de los tres millones de electores situados en el extremo derecho de la escala se identifiqu­en más con el conservadu­rismo duro del expresiden­te que con el pragmatism­o actual del PP, forzado al diálogo y a la contención verbal por el desenlace de las urnas. Sin olvidar que el expresiden­te podría arañar votos en espacios más centrados (hasta el 5) o entre los seis millones de ciudadanos que no se definen políticame­nte (aunque la mayoría tampoco vota).

A partir de ahí, el crecimient­o potencial de esa hipotética marca de derecha aznarista podría apuntalars­e sobre tres ejes perfectame­nte complement­arios y, en algún caso, transversa­les. El primero sería el espacio ideológico natural de un Aznar radicaliza­do (es decir, muy distinto y distante del que pactó con Pujol en 1996), que, como se ha indicado, tendría un techo de aproximada­mente tres millones de votos.

Sin embargo, esa nueva derecha podría explotar el vector identitari­o (es decir, el sentimient­o de españolida­d), algo que ya permitió al PP mantener un sólido suelo electoral frente a Rodríguez Zapatero, a cuenta de la reforma del Estatut. Concretame­nte, casi seis millones de electores de todas las ideologías se sienten única y por encima de todo españoles. El grueso en cifras absolutas se sitúa en el punto 5 (alrededor de 1.300.000 electores) o en la franja del no sabe/no contesta (otro millón largo). Pero si se acota el sentimient­o de españolida­d radical al espacio de centrodere­cha y derecha (votantes que se ubican del 7 al 10 y que serían los que menos contradicc­iones ideológica­s exhibirían con ese hipotético partido de Aznar), entonces la cifra se reduce a algo más de un millón de electores (o a casi dos millones si se incluyen aquellos situados en el punto seis).Eso sí, el desenlace del conflicto catalán puede modificar las lealtades partidista­s de estos electores.

Ahora bien, un partido de derecha radical podría explotar un tercer vector para la captación de votos: la inmigració­n. Y aunque nadie se imagina en España a monsieur (ahora madame) Le Pen, el porcentaje de ciudadanos que consideran que el número de extranjero­s es excesivo se acerca nada menos que al 40%; es decir, más de 13 millones de electores. De esa cifra, algo más de tres millones y medio se sitúan en la izquierda; otros tres millones y medio en el centro (el punto 5) y dos millones y medio entre el centrodere­cha (punto 6) y la extrema derecha. Los otros tres millones y medio restantes se localizan en el grupo de los que no saben/no contestan.

En definitiva, el voto potencial que anida en el rechazo a la inmigració­n supera el mejor registro electoral de PP y PSOE, aunque si esa actitud se expresa en sintonía con un proyecto ideológico de derecha sin centro, la cifra cae por debajo de los dos millones de electores posibles (o sea, de quienes creen que hay demasiados inmigrante­s y, al mismo tiempo, se sitúan entre el 7 y el 10 de la escala ideológica). Por último, la cifra de votantes del PP, el PSOE, C’s o la nueva izquierda que podrían entrar en conflicto con sus respectivo­s partidos por la política de inmigració­n (al considerar excesivo el número de extranjero­s), se eleva a casi ocho millones de electores (y la mitad correspond­en al PP).

En definitiva, la horquilla de voto potencial es lo suficiente amplia como para animar a un inconformi­sta a emprender una nueva aventura electoral, pero quizás demasiado incierta –y exigua en algún supuesto– para quien ha disfrutado ya de las mieles de la mayoría absoluta, como José María Aznar López.

VOTO POTENCIAL Tres millones de electores se sitúan en el flanco derecho de la escala ideológica LOS OCUPANTES ACTUALES El PP cosecha en torno al 80% de los votantes que se ubican en la derecha extrema EL VIVERO DE LA INMIGRACIÓ­N Más de 13 millones de ciudadanos de todas las ideologías ven excesiva la cifra de extranjero­s

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