El Niño reparte 100 millones entre cofrades y falleros
El primer premio del sorteo extraordinario cae íntegramente en Torrent y el tercero, en Benetússer, ciudades cercanas a Valencia
El segundo premio deja 750.000 euros en Moià y salpica a Manresa, Castelldefels, l’Escala y Sant Andreu
Al barcelonista Paco Alcácer le está costando encontrar la suerte de cara a portería. No le pasa lo mismo a sus vecinos, que ayer se hicieron con el primer gran título lotero del 2017. El primer premio del sorteo extraordinario del Niño tocó íntegramente en Torrent, la localidad natal del futbolista, muy cerca de Valencia. El 08354 dejó 90 millones de euros (200.000 euros por décimo) en el municipio. Entre los afortunados se encuentra la cofradía de Semana Santa de la Hermandad del Santo Sepulcro, que repartió casi setenta millones en papeletas con el número que llevan jugando desde hace 35 años.
También en Valencia tocó el tercer premio. El 85073 se vendió íntegramente en Benetússer, donde ha dejado 11,25 millones. Como el Niño es valenciano, no podía faltar entre los premiados una comisión fallera. También los propietarios y clientes de un bar. Entre el primer y el tercer premio, en el área metropolitana de Valencia han llovido más de 100 millones de euros.
El segundo premio, en cambio, ha resultado especialmente repartido por toda España. El listado de poblaciones que habían vendido el 95379 tiende al infinito. Entre ellas hay varios municipios de Catalunya: Moià, Castelldefels, Manresa, l’Escala y Barcelona. Los catalanes habían gastado 11,36 euros de media por habitante en la lotería del Niño. Era un 4,29% más que en el 2016, quizás impulsados por los premios que tocaron hace justo un año en Badalona, Barcelona, Sant Vicenç de Castellet y Lleida. Pero como la lotería no entiende de costumbres ni de razones, esta vez no ha tocado ningún gran premio. Pese a todo, entre una cosa y otra Catalunya ha rascado alrededor de un millón de euros.
El pellizco más grande se lo ha llevado Moià. La población de poco más de 5.000 habitantes que es desde hace un año y medio capital de su propia comarca ha obtenido 750.000 euros del segundo premio. La administración de lotería situada en el centro del pueblo vendió una serie completa –diez números– del 95379. Cada décimo está premiado con 75.000 euros. La responsable de la administración, Olga Valldeoriola, explicó que se vendió “muy rápido y por ventanilla”. Aunque ella no se había quedado con ningún décimo reconocía que no le importaba. La ilusión de haber dado un premio a los vecinos del pueblo pesaba por encima de todo. La sensación no era nueva, ya habían despachado un quinto de la lotería de Navidad hace unos años.
También resultó agraciado, aunque con menos dinero, un estanco de Barcelona, en el número 168 de la calle Gran de Sant Andreu. Su propietario, Carlos Rodríguez, recibió por sorpresa la noticia de que había vendido un décimo del segundo premio. Cuando le llamaron los periodistas para preguntarle tuvo que verificar si realmente había vendido el número. “La noche anterior le pedí a los Reyes Magos que tocara algún premio en el estanco”, bromeaba. Y así fue.
Una gasolinera de l’Escala también despachó una parte del segundo premio. Llevan sólo un año vendiendo lotería de manera complementaria a su actividad principal y ya se han estrenado con la venta de al menos un décimo ganador. Al haberlo sacado por terminal eran incapaces de saber ayer si habían vendido un décimo o más de uno. Independientemente de ello, los trabajadores y el propietario descorcharon la botella de cava, como manda la tradición, para celebrarlo.
Con menos ilusión lo recibieron en las administraciones de Castelldefels y Manresa en las que vendieron también un décimo. Ni tan siquiera abrieron las puertas para exhibirse ante las cámaras de televisión.