Redención incompleta
El Espanyol firma un buen partido, pero no consigue pasar del empate ante un Deportivo anodino
Jugar bien significa ganar, había dicho Quique Sánchez Flores. Y anoche, el técnico blanquiazul se topó ante su propia doctrina y vio cómo su equipo firmaba un buen partido y volvía a hacer vibrar a su afición, pero se mostraba incapaz de doblegar a un Deportivo que se dejó hacer. Los gallegos dieron por bueno un empate que al Espanyol no le hace olvidar sus últimas frustraciones.
Aunque no se antojaba día para experimentos, apostó el técnico local por modificar su 4-4-2 habitual para disponer un 4-2-3-1, dejando a Gerard Moreno como único referente en punta mientras Caicedo esperaba su turno en el banquillo. Tampoco tenía más alternativas Quique, ya que Baptistão sigue de baja por una lesión aparentemente sin importancia que ya lo tiene casi un mes parado y Álvaro Vázquez estaba apartado por decisión técnica. El cambio de esquema no fue la única novedad, ya que Salva Sevilla reapareció en el equipo acompañando a Javi Fuego en el doble pivote, en tanto que Jurado se ubicaba en la mediapunta.
Si lo que buscaba el míster era el control de balón, como todo parecía indicar, ciertamente consiguió su objetivo. El Espanyol se hizo dueño del partido desde el primer minuto y demostró que sabe combinar en el centro del campo y sacar la pelota desde atrás. Ahora bien, apenas llegó al área de Tyton ni se puede decir que disparase a puerta en unos 45 minutos de un juego totalmente estéril. Un disparo muy desviado de Hernán en una falta en la frontal que el equipo decidió lanzar de forma indirecta ya en el 40 y un centro muy cerrado de Víctor Sánchez dos minutos después que se fue por encima de la escuadra derecha de la meta deportivista fue el bagaje en el primer tiempo.
El Depor se encontró con un partido más cómodo del que podía esperar y, sin hacer prácticamente nada ni sufrir en defensa, controló el duelo en esos primeros 45 minutos. No se puede decir que dispusiese de oportunidades, pero tampoco las buscó. Se encontró con una falta en la frontal que bien pudo costar a Sevilla su segunda amarilla, aunque Çolak disparó a la barrera (37) y el propio turco probó un disparo exterior en el 43 que se fue desviado.
Mensaje de por medio o no en el vestuario, lo cierto es que el Espanyol salió más enchufado tras el descanso y enseguida buscó esa profundidad que no había tenido en todo el primer tiempo. En esos primeros minutos del segundo tiempo, los locales crearon, una tras otra, todas las ocasiones que no habían sabido construir antes. La primera, gracias a la presión sobre Sidnei en la salida de balón. Gerard le robó la cartera, se metió hasta la cocina y cedió a Jurado, que ante Tyton disparó al muñeco (49). Después fue Piatti quien recibió al hueco y marró también ante el meta deportivista, que supo tapar bien (52). Y poco después trató Jurado de ajustar al palo desde el exterior del área, pero el meta polaco llegó a desviar a córner (53).
El problema para los locales es que el Deportivo, aunque no lo pareciese, también jugaba y tras un espectacular remate al larguero, Borges cabeceó a las redes un córner botado por Çolak al corazón del área en el 59 con la colaboración de Roberto por omisión.
Al Espanyol le tocaba remar contra corriente, aunque al menos le tocó hacerlo en sus mejores minutos y no tardó en volver a encontrarse con la colaboración de Sidnei, quien en su intento de alejar un centro de
EL REAJUSTE Quique decidió cambiar de esquema en busca de la posesión, que fue estéril durante muchos minutos
INFORTUNIO Víctor Sánchez no pudo acabar el partido, aunque el técnico aseguró que no recayó en su lesión
Aarón dejó un balón suelto para Gerard, que esta vez no perdonó.
Era el momento de apretar y Quique reaccionó moviendo el banquillo para sentar a Salva Sevilla y Hernán Pérez y sacar a Melendo y Caicedo y recuperar así el esquema de dos puntas. El ecuatoriano tuvo la victoria en el 82, pero Tyton envió su remate a córner. Como Jurado, que mandó al larguero un libre directo sobre la línea ya en el añadido. Javi Fuego no acertó a rematar el rechace. La frustración blanquiazul no quedó en esa reacción a medias, ya que Víctor Sánchez no pudo acabar el partido, aunque Quique aseguró que no había recaído.