El BCE descarta cambios en su política monetaria
El Banco Central Europeo (BCE) no tiene ninguna intención de retirar sus estímulos ni de subir los tipos de interés, como se reclama desde algunos países de la eurozona, particularmente Alemania, después de que esta semana se conociera que la inflación repuntó en diciembre hasta el 1,1%. Así lo explicó ayer Yves Mersch, directivo del BCE, que considera prematuro cantar victoria. “Las estadísticas de un solo mes no van a cambiar nuestra posición”, dijo Mersch en una conferencia en París. El alto cargo del banco central añadió que, “en términos de inflación, está por encima de lo previsto sobre todo por los precios de la energía”.
El inicio de las subidas de tipos en Estados Unidos, junto con el dato de la inflación en la eurozona, presionan al BCE –que acaba de anunciar la extensión de su programa de compra de bonos hasta diciembre– a que mueva ficha, reduzca los estímulos y acerque en el tiempo una subida de tipos de interés que hasta ahora nadie contemplaba antes de finales del 2018. Aunque, vistos los precedentes y la lentitud con la que suele reaccionar, parece poco probable que lo haga a corto plazo. Esta será, con toda probabilidad, la cuestión central que monopolizará la comparecencia pública de Mario Draghi, presidente del BCE, el próximo 19 de enero, tras el consejo de política monetaria.
Ayer, Alemania insistió. Jens Spahn, viceministro de Finanzas, dijo a Reuters que “la política monetaria expansiva tiene numerosos efectos colaterales y por eso es deseable el prudente inicio de una salida”. Se trata de la primera declaración pública de un miembro del Gobierno de Angela Merkel.