El Nàstic suma y al fin ilusiona a la afición
Consiguió empatar ayer el Nàstic a pesar de empezar perdiendo y jugar la última media hora con diez. Tiene mérito para un equipo que seguirá una semana más colista. Una lástima porque merecieron los de Tarragona sumar los tres puntos en el primer partido de la era Juan Merino. El nuevo entrenador grana dio entrada en el once a los cuatro fichajes, incluido un Emaná aún fuera de forma, y los nuevos no decepcionaron. Donde no llegó el físico lo hizo la fe. Para olvidar la expulsión de Barreiro, incomprensible, justo cuando mejor estaba el Nàstic, tras lograr el empate José Carlos en un centro chut.
Incluso con uno menos el Nàstic logró la ocasión más clara, de Juan Muñiz. La entrega, confianza e ilusión de los futbolistas, tras la revolución iniciada por Merino, sirve para tener confianza en la salvación. Merino no quiso poner excusas. “Tenemos que mejorar la estrategia, hay que tener maldad, eso no es suerte. Y Manu se ha equivocado. Pero aún así hoy estoy más convencido de que vamos a salvarnos”.
El Girona dio un golpe encima de la mesa y consiguió una victoria importante ante el Zaragoza en La Romareda que le permite mantener la segunda plaza de la clasificación. El encuentro comenzó con dominio aragonés. El Girona no terminaba de estar cómodo y el Zaragoza aprovechó para meter miedo con varias ocasiones que a punto estuvieron de convertirse en el primer gol del partido. A medida que avanzaba la primera mitad, el conjunto catalán fue a más y a pesar de no acercarse demasiado al área local consiguió ahogar a un Zaragoza al que cada vez le costaba más combinar y llegar a la portería de René. El Girona comenzó al segunda mitad con ganas y por fin inquietó la meta de Irureta con varias llegadas claras. El Zaragoza supo sufrir esos primeros minutos y poco a poco volvió a imponer su juego, pero cuando mejor estaban los aragoneses llegó el gol de Sandaza tras rematar de cabeza un centro en una falta lateral. Tan sólo seis minutos después, el colegiado decidió expulsar a Cani tras enseñarle la segunda tarjeta amarilla. Tras la expulsión, el Zaragoza se volcó en busca del empate y el Girona lo aprovechó en el añadido tras una buena contra llevada por Longo que remató Alcaraz para sentenciar el encuentro y dejar al Girona segundo clasificado.