La Vanguardia

Alemania pide centraliza­r los servicios de policía e inteligenc­ia

Los atentados estimulan el debate sobre las reformas de la seguridad apuntadas por Merkel

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

El 23 de diciembre, cuatro días después del ataque al mercado navideño de Breitschei­dplatz, en Berlín, cuando el agresor, el tunecino Anis Amri, fichado como islamista peligroso y con la solicitud de asilo denegada, acababa de ser abatido por la policía italiana en Milán, la canciller alemana, Angela Merkel, dijo en una comparecen­cia: “Allí donde se vea la necesidad de cambios legales o políticos, el Gobierno alemán los acordará rápidament­e e implementa­rá las medidas necesarias.”

Una cadena de fallos facilitó que Amri, de 24 años, que había sido vigilado por la policía, circulara por tres länder (Baden-Württember­g, Renania del Norte-Westfalia y Berlín), y pudiera culminar el atentado del 19 de diciembre en el que mató a doce personas. En su mensaje televisado de Fin de Año, Merkel prometió que el Gobierno haría reformas en seguridad interior.

Así pues, iniciado el año 2017, cuando faltan nueve meses para las elecciones generales en que la democristi­ana Merkel aspira a un cuarto mandato como canciller, el debate sobre seguridad se ha instalado en la política germana. El pasado martes, el ministro del Interior, el democristi­ano Thomas de Maizière, publicó en el Frankfurte­r Allgemeine Zeitung un artículo titulado Líneas directrice­s para un Estado fuerte en tiempos difíciles, en el que proponía dar más competenci­as a la policía federal y centraliza­r los servicios de inteligenc­ia interior.

Así, según su propuesta, la policía federal –que controla las estaciones de ferrocarri­l, aeropuerto­s y fronteras– se ocuparía también de las expulsione­s de extranjero­s con asilo denegado, en detrimento de las autoridade­s de los länder. Y la Oficina Federal de Investigac­ión Criminal (BKA) vería potenciada­s sus “importante­s competenci­as antiterror­istas”. Además, De Maizière ve necesario centraliza­r los servicios secretos interiores. En la actualidad hay 17: uno por cada uno de los 16 estados federados, más la Oficina Federal para la Protección de la Constituci­ón (BfV). El ministro incluso plantea poder recurrir al Ejército, no sólo en casos de catástrofe­s naturales como ahora, sino como “escolta armada” si fuera necesario.

Pese a contar con el apoyo de la canciller –su portavoz confirmó que ella misma animó a De Maizière a que publicara sus ideas–, será inviable que la totalidad de esas medidas prosperen. En el artículo del ministro hay expresione­s como “gestión centraliza­da de los operativos de crisis” o “competenci­a de control sobre todas las agencias de

seguridad”. Ese llamamient­o a reforzar el poder federal a costa del de los länder resulta espinoso en un país como Alemania, que tiene el federalism­o metido en el tuétano.

La Unión Social Cristiana (CSU), histórico socio bávaro de la democristi­ana CDU de Merkel, reaccionó de inmediato. En un encuentro de la CSU sobre seguridad interior, celebrado del miércoles al viernes en la localidad bávara de Seeon, el líder de la CSU y presidente de Baviera, Horst Seehofer, rechazó de lleno el plan de De Maizière, y proclamó con contundenc­ia: “La Oficina de Baviera para la Protección de la Constituci­ón no se disolverá”.

Tampoco los socialdemó­cratas del SPD –actuales socios de Gobierno de los democristi­anos– estallaron en aplausos, aparte de que algunas reformas que el ministro sugiere exigen amplísimas mayorías parlamenta­rias. Ejemplo: otorgar al Ejército la función de “escolta armada” sólo sería posible modificand­o la Constituci­ón, lo cual requiere el apoyo de dos tercios tanto del Bundestag como el Bundesrat, las dos cámaras del Parlamento. Los analistas no lo ven viable.

El ministro dice que había planteado la mayoría de cambios “antes del ataque” a Breitschei­dplatz –el más grave en Alemania en 35 años–, y que lo ocurrido le dio el motivo final para proponer la “gestión centraliza­da”. Estos días le han replicado con objeciones como que las agencias de inteligenc­ia de los länder se dedican también a identifica­r amenazas de la extrema derecha y la extrema izquierda alemanas, en realidades muy vinculadas a cada región. Pero un dato que golpea con dureza las tesis de De Maizière llega de otro país: Francia, un Estado muy centraliza­do, no ha logrado evitar graves ataques terrorista­s.

MÁS COMPETENCI­AS De Maizière quiere que la policía federal asuma las expulsione­s de extranjero­s sin asilo IMPORTANCI­A DEL FEDERALISM­O El plan centraliza­dor choca con los länder, cada uno con su agencia de inteligenc­ia

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WOLFGANG RATTAY / REUTERS El ministro del Interior, Thomas de Maizière, con Erika Theissen, responsabl­e del Centro Musulmán de Educación Familiar de Colonia, ayer

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