Puigdemont, del sí al no
El president reafirma ante la dirección del PDECat su negativa a ser candidato a la presidencia de la Generalitat al cumplirse el año de la llegada al cargo en sustitución de Mas
Hace un año, Carles Puigdemont dio el sí a ocupar la presidencia de la Generalitat a raíz del paso al lado de Artur Mas, forzado por la presión de la CUP. Un año después, ha dado el no a ser el candidato del PDECat a la presidencia de la Generalitat en las próximas elecciones, cuando sea que se celebren. Pero, de hecho, nada ha cambiado entre aquel sí y este no, porque cuando el 10 de enero del 2016 –hoy se cumple justo el año– el hasta entonces alcalde de Girona fue investido presidente de Catalunya ya dejó claro que el suyo era un mandato, al que accedía de forma absolutamente accidental, interino y temporal y que tenía fecha de caducidad en los dieciocho meses fijados en la hoja de ruta de Junts pel Sí para completar el proceso soberanista. Y lo que hace ahora no es más que recordar la vigencia del compromiso personal y político adquirido entonces.
Una negativa que ayer mismo trasladó a la dirección de su partido durante la reunión del comité nacional, a la que no le queda más remedio que acoger con resignación la decisión del que en este año intenso se ha convertido, sin duda, en su mejor y más cotizado valor. Las palabras de Carles Puigdemont, que con todo reafirmó su implicación en el futuro del PDECat con independencia de que no quiera ser el candidato a la presidencia de la Generalitat, fueron acogidas con respeto por los miembros de la cúpula asistentes al encuentro y no se produjo ninguna intervención en la línea de que reconsiderara su posición. La dirección, por tanto, certificó lo que hasta ahora parecía que se resistía a dar por definitivo, es decir, que la decisión es firme y no tiene marcha atrás, y únicamente la coordinadora general del partido, Marta Pascal, pidió aparcar el debate sucesorio hasta que la convocatoria de las elecciones sea una realidad. “De candidatos ya hablaremos cuando toque, si me permiten la expresión pujoliana”, intentó zanjar, aunque sin mucho éxito.
Porque el caso es que la certificación de la renuncia de Carles Puigdemont a seguir al frente de la Generalitat después de los próximos comicios ha destapado todas las especulaciones dentro del PDECat y la propia vicepresidenta del partido y consellera de Presidència, Neus Munté –que tambiém figura en las quinielas–, no evitaba promocionar a otro de los nombres de peso: Artur Mas. “Sería un grandísimo candidato, es un gran activo y muy vigente”, declaró en una entrevista en TV3, aunque también con la demanda de “no distraerse con debates de nombres” y centrarse en la “prioridad del referéndum”. Y el presidente del PDECat, mientras tanto, que públicamente se ha mostrado más bien reacio a volver a ser candidato a la presidencia de la Generalitat, pero que ha dejado las puertas abiertas por si acaso, se deja querer y no despeja las incógni-
REACCIÓN INTERNA La cúpula del partido respeta la decisión y evita presionarlo para que lo reconsidere
OTROS NOMBRES Munté promociona a Mas como candidato en pleno debate sucesorio interno
tas sobre su futuro político.
Un debate interno, sea como sea, que ha estallado al cumplirse el año de Carles Puigdemont al frente de la presidencia de la Generalitat, del que se siente satisfecho, pero que reconoce que no ha sido fácil. El exalcalde de Girona llegó al cargo como consecuencia de la presión de la CUP para prescindir de Artur Mas, y el hecho es que todo su mandato se ha visto condicionado, en el fondo, por los vaivenes de la formación de la izquierda anticapitalista. El más sonado fue el rechazo de los presupuestos de la Generalitat para el 2016, que dejó al Govern en minoría y en una situación de extrema fragilidad y forzó a Carles Puigdemont a someterse a una cuestión de confianza para intentar salvar la legislatura, que finalmente superó. Pero, a pesar de la experiencia, ahora todo vuelve a depender de si la CUP aprueba las cuentas esta vez del 2017, cosa que decidirá el próximo días 28.
La constante incertidumbre derivada de la dependencia de Junts pel Sí de la CUP le ha servido, en todo caso, para curtirse políticamente y para ganarse, en estos doce meses, el reconocimiento prácticamente unánime del conjunto del bloque soberanista como su representante mejor valorado. La nota final de Carles Puigdemont vendrá determinada, de todos modos, por el éxito o el fracaso que coseche en relación a la celebración del referéndum sobre la independencia de Catalunya fijada, como muy tarde, para la segunda quincena del mes de septiembre. Ésta será la auténtica piedra de toque y éste es el gran proyecto que tiene entre manos y con el que le gustaría cerrar su, hace un año, inesperada etapa al frente de la Generalitat.
MANDATO INTENSO Las vaivenes de la CUP condicionan el año de Puigdemont al frente del Govern
APLAUSO GENERAL El president concita el reconocimiento unánime del conjunto del bloque soberanista
DESENLACE INCIERTO El referéndum determinará la nota final del mandato del exalcalde de Girona