La estrella de ‘Reina por un día’
JOSÉ LUIS BARCELONA (1932-2017) Pionero de TVE en Catalunya
El último de los pioneros de TVE en Catalunya, José Luis Barcelona, acaba de dejarnos a los 84 años. Fue el primer presentador que los catalanes vieron en sus televisores: el martes 14 de julio de 1959 presentó Balcón del
Mediterráneo, primera emisión de TVE desde los estudios de Miramar en Barcelona. Poco después sería una de las personas más famosas de España como presentador de Reina por un día (1964-65), que veían 15 millones de telespectadores.
Durante sus dos primeros años en TVE-Miramar trabajó con la sospecha de que nadie les veía. Una mañana de 1960 irrumpió alborozado en los estudios: “¡Un señor por la calle me ha dicho que nos ve!”. Así me lo contó él hace unos años, y me recordó esto otro: “Yo daba la cara para decir aquello de ‘Rogamos disculpen esta interrupción, permanezcan atentos a la pantalla’..., ¡y eso era cada dos por tres!”. Es uno de mis primeros recuerdos televisivos. A José Luis Barcelona se le conocía, por aquello, como tío Averías.
Retirado de la comunicación desde los años 80 y dedicado a la pintura, su gran afición, era capaz de repetirte las palabras con las que debutó en TVE: “Señoras y señores, bienvenidos a Balcón del
Mediterráneo desde los estudios de Miramar en Barcelona: por primera vez conectamos con los estudios de Televisión Española en Madrid”.
Nacido en Borja (Zaragoza) y residente en la capital catalana desde su primera juventud, había llegado a la televisión desde su afición adolescente al radioteatro: abandonó su primer trabajo en un banco para ser actor en Radio Miramar. Aprendió en la escuela de Radio Juventud, donde se quedó como profesor y locutor de continuidad, y allí condujo –años 50– un espacio de poesía,
Momento poético. “Si un día llega TVE a Barcelona..., ¡me gustaría hacer este programa en televisión!”, le pidió a Jorge Arandes, jefe de RNE-Catalunya.
Y le enviaron a recibir un cursillo en Madrid, cuyos profesores fueron Matías Prats (padre), Jesús Álvarez (padre), Laura Valenzuela y Blanca Álvarez. Le aprovechó: “Poco después, los programas que hacíamos desde Barcelona tenían más éxito que los de Madrid”, me explicó, refiriéndose sobre todo a Reina por
un día, programa que cada semana coronaba a una mujer y satisfacía sus caprichos: “Coronamos a 64 mujeres, desde una niña con leucemia hasta una señora centenaria. ¡Querían venir de toda España...!”. Aquella España no les acusó de machismo, sí de “porteras y sensibleros...”. El programa duró dos años, “¡pero la gente aún me lo recuerda!”, afirmaba Barcelona. Muchos curas movían los horarios de sus misas para no competir con el programa.
Reina por un día, que regalaba abrigos, lavadoras, bicicletas o neveras, cambió la vida de algunas de esas mujeres (“una se convirtió en concertista de piano...”) y convirtió en estrellas a sus presentadores (Barcelona y Mario Cabré, torero-poeta): “Todos querían conocernos, nos achuchaban, ‘Tío Averías’: así le llamaban porque salía en pantalla diciendo: “Rogamos disculpen esta interrupción...” y dos veces hallé a una mujer dentro de mi cama en el hotel... Y Mario Cabré, ni se sabe...”.
José Luis Barcelona se adelantó en más cosas: hizo en TVE la primera entrevista a un árbitro a pie de césped, fue el primer presentador en color, presentó Salto
a la fama (1964) –antecedente de OT–, inventó Eurofestival, programa para elegir la canción que nos representaría en Eurovisión... Y ahora podrá hacer lo que soñó hasta el final: “Aquel anhelado programa de poesía”.