Alemania vigilará con tobillera electrónica a islamistas peligrosos
El Gobierno alemán anunció ayer un endurecimiento de medidas de seguridad relativas a aquellos solicitantes de asilo que sean considerados peligrosos o que no tengan la documentación en regla, después del ataque a un mercado navideño en Berlín el pasado 19 de diciembre, que perpetró un tunecino fichado como islamista peligroso y con el asilo denegado. Las medidas acordadas por la coalición gobernante de democristianos y socialdemócratas incluyen reforzar la vigilancia de individuos considerados potencialmente violentos –imponiendo el uso de la tobillera electrónica para tenerles localizados–, obligar a residir en lugares concretos a aquellos migrantes que hayan falsificado su identidad, y acelerar las expulsiones de quienes hayan visto rechazada su solicitud.
Esto último implica la voluntad expresada por parte del Ejecutivo de la canciller Angela Merkel de presionar a los países remisos a aceptar el regreso de esos expulsados, reduciendo o suprimiendo ayudas al desarrollo. Anis Amri, el tunecino que atacó el mercado, no había podido ser deportado a Túnez pues las autoridades de ese país sostenían que no era un ciudadano tunecino. Amri transitó por Alemania dando distintos nombres falseados a las varias oficinas oficiales con que trató en al menos tres länder.
En una rueda de prensa ayer tarde en Berlín, el ministro del Interior, el democristiano Thomas de Maizière, y el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, presentaron el paquete de medidas. “Queremos hacer todo lo posible para que un caso Amri no vuelva a suceder”, dijo Maas. “Queremos elevar el nivel de seguridad y enviar una fuerte señal a nuestros conciudadanos”, añadió De Maizière.
El ministro del Interior ha sacudido estos días el debate sobre seguridad en Alemania al pedir más competencias para la policía federal y la centralización de los servicios de inteligencia (hay 17: uno por cada uno de los 16 estados federados, más la agencia federal). Tal plan implica cesión de poderes por parte de los länder , y fue criticado.
Las medidas anunciadas ayer buscan abordar fallos concretos del caso Anis Amri. Así, la tobillera electrónica podrá imponerse a cuantas personas se considere susceptibles de planear un ataque, sobre todo a quienes salgan de la cárcel tras cumplir condena por un asunto de terrorismo. Los extranjeros con asilo denegado o que sean tenidos por un riesgo para la seguridad podrán ser enviados más fácilmente a un centro de custodia en espera de que se ejecute su expulsión.
Las autoridades alemanas cifran en 224 los islamistas peligrosos con pasaporte extranjero que viven en Alemania –aunque creen que algunos podrían haberse marchado ya del país–, de los cuales 62 tienen rechazada su solicitud de asilo. Pero si se computa también a los islamistas con nacionalidad alemana, la cifra asciende a 548 individuos.