¿Hay que revisar el copago farmacéutico?
Montserrat dice ahora que el cambio “no está en la agenda del Gobierno”, aunque lo va a estudiar Oposición, sindicatos y consumidores rechazan que el pensionista con más ingresos pague más Los expertos están a favor de incorporar nuevos tramos de renta
La misma ministra que el lunes por la mañana hablaba en la radio de la necesidad de revisar el sistema de copago farmacéutico para los pensionistas, con la premisa de “quien más gana más paga”, se desdecía horas después en un tuit (140 caracteres) asegurando: “No está en nuestra agenda el incremento del copago farmacéutico”. La titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, respondía de esta manera a las reacciones que habían suscitado sus declaraciones sobre el copago, olvidando, sin embargo, que en una entrevista concedida a la agencia Efe el pasado 2 de enero había anunciado que pensaba llevar este asunto al Consejo Interterritorial de Salud que se celebrará este mismo mes. Una curiosa manera de recular cuando ayer mismo, y tras insistir en televisión que no está previsto el incremento del copago farmacéutico, volvió a reiterar que está estudiando la revisión del actual sistema.
¿La ministra revisará el copago farmacéutico pero sólo el relativo a la población activa o también para los pensionistas? Imposible saberlo ante sus matizaciones, curiosamente realizadas antes de la reunión del Consejo Estatal de Personas Mayores, acto al que acudió tras señalar: “No alarmemos a los pensionistas, no se va a subir el copago”.
Pero sus afirmaciones y sus posteriores precisiones nada clarificadoras no impidieron, sin embargo, que las reacciones a favor o en contra continuaran. Quizá abrir el debate era el principal objetivo de Montserrat, tal y como dio a entender el ministro de Economía, Luis de Guindos, quien insistió en que revisar el sistema de copago para que pague más quien más tiene “no está en la agenda del Gobierno y la ministra lo que ha hecho es abrir un periodo de reflexión”.
Un debate que, sin embargo, tiene a la oposición, sindicatos y consumidores en contra. Y mucho menos a los economistas y expertos en economía sanitaria, quienes apuestan por revisar el sistema actual, máxime cuando desde el 2015 ha vuelto a subir la factura farmacéutica.
La oposición ha mostrado su disconformidad por la propuesta-reflexión de la ministra. El PSOE “no va a permitir que el Gobierno toque el bolsillo de los pensionistas y nos oponemos rotundamente a que el copago sea barrera de acceso a los medicamentos, que es la realidad que están sufriendo los pensionistas españoles”, advirtió el responsable de Sanidad de la comisión gestora, Francisco Ocón.
E insistió en la necesidad de derogar el real decreto del 2012 para, además, recuperar el modelo de sanidad universal, pública, de calidad y acceso gratuito que contemplaba la legislación española “antes de que gobernara Mariano Rajoy”. El Gobierno ya ha dejado claro que no va a derogar en ningún caso ese decreto.
El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, echó en cara a Montserrat que sea “tan poco rigurosa de decir una cosa en el Congreso y en dos entrevistas y luego rectificarla en un tuit a las tantas de la noche”.
Ciudadanos tampoco apoya a la ministra. El líder de este grupo, Albert Rivera, ya ha advertido al Gobierno de que no apoyará una subida del copago farmacéutico a los pensionistas por “injusta”. “No estoy de acuerdo, creo que el Gobierno no lo va a poder sacar adelante porque Ciudadanos no lo va a apoyar, con lo cual me parece más un debate de tertulia radiofónica, impropio por cierto de un ministerio”.
Podemos y ERC han reclamado a la titular de Sanidad que explique en el Congreso “su nula intención” de reducir la carga que supone el copago farmacéutico y su propuesta de aumentar la aportación de los jubilados con mayores ingresos. Una iniciativa que, a su juicio, aumenta “aún más el gasto de bolsillo” de la población cubierta por el Sistema Nacional de Salud e incrementa la “desprotección frente a gastos catastróficos derivados de la enfermedad”.
Los sindicatos también han mostrado su disconformidad. CC.OO. ha pedido a la ministra de Sanidad “menos improvisación” y le ha advertido del “impacto negativo” del copago farmacéutico actual, especialmente para las
rentas más bajas. En un comunicado, el sindicato alerta del “aumento de la exclusión farmacéutica derivada de las reformas sanitarias de la última legislatura sobre los copagos, de la exclusión de más de 400 medicamentos de la financiación pública y del incremento de los precios”.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) considera que la subida del copago farmacéutico conlleva “gravar la enfermedad” a las personas con menos ingresos, al tiempo que censura que lo haga cuando hace unos días suscribió un acuerdo con la industria farmacéutica. “Es incomprensible que el Gobierno de Rajoy vuelva a agredir al grupo social que más le apoya”, denuncian en un comunicado, recordando además que la subida de las pensiones para este año se ha fijado en un “ridículo” 0,25% que está “muy por debajo del incremento de coste de la vida” (1,5%).
Dolors Montserrat insiste, sin embargo, en que este asunto no está encima de la mesa del Gobierno (pese a que lo anunció en la comisión de Sanidad del Congreso del 20 de diciembre), aunque lo que ha dicho es que expertos de dentro y fuera del ministerio, asesorados por el consejo asesor, elaborarán un informe sobre esta cuestión. “Cuando esté el informe se lo comunicaremos a todos los grupos parlamentarios”, sentenció.
Pero ¿qué dicen los expertos? El último informe sobre esta cuestión procede del grupo de estudio Fedea, que aboga por “suprimir la distinción entre activos y pensionistas, cualidad que en principio no marca ninguna diferencia ni de necesidad ni de renta”. Esta es la primera recomendación sobre copago farmacéutico de los economistas Beatriz González, Jaume Puig y Santiago Rodríguez, quienes abogan por establecer límites máximos anuales (no mensuales) del copago en función de la renta para toda la población con más tramos que los tres actuales”. A su juicio, estas propuestas serían más eficaces y evitarían las desigualdades que el actual sistema de copago produce. Y es que, aseguran, la participación ciudadana en la factura farmacéutica se ha duplicado desde el 2012, del 6% al 12%.
Los autores del informe recuerdan que el objetivo de los copagos es moderar el consumo de servicios sanitarios, conseguir que los servicios que se dejan de consumir sean los de menos valor para no afectar a la salud y servir de fuente adicional de financiación de la sanidad. “Mal aplicados, sin embargo, tienen problemas. Si no se establecen límites o techos máximos, pueden constituir un impuesto sobre los más enfermos”.
INFORME FEDEA Los expertos piden suprimir la diferencia entre activos y pasivos y ajustarse a la renta
DESDE EL 2012 La participación ciudadana en la factura de farmacia se ha duplicado