La cocina de la libertad
Desde hace unas cuantas semanas ha iniciado su recorrido editorial mi libro La cocina de la
libertad (La Esfera de los Libros), a través del cual he realizado un recorrido por la espectacular evolución de la gastronomía española en el curso de las últimas décadas, bajo el estimulante subtítulo de El Big Bang de la gastronomía española en el siglo XXI. Una colaboración con la editorial dirigida por Ymelda Navajo e integrada en el grupo Unidad Editorial, y que representa un proyecto innovador muy de nuestro tiempo, dirigido a las nuevas generaciones. De la edición literaria se ha ocupado, admirablemente, Maya Granero.
Los que me conocen saben que siempre he sido un gran enamorado de la libertad en todas las muchas actividades profesionales que he desarrollado en mi vida. Por eso, la columna vertebral de la obra es ese concepto alrededor de la cocina, tanto la libertad del cocinero como la del comensal, la del productor, la del sumiller, es decir, la de todos los protagonistas del hecho gastronómico. Todos ellos construyen una apasionante historia que viaja a lo largo de cuatro décadas y nos empapa de producto y de cocina, de personalidades de nuestro tiempo y de sabios de los fogones. Y parafraseando a Albert Camus, conviene recordar que, en todos esos casos, “la libertad no es más que la oportunidad de ser mejor”.
La cocina de la libertad propone un compendio de información gastronómica y de anecdotario en el afán de que se “digieran” a gran velocidad las más de 320 páginas que incluyen más de 150 fotografías y testimonios de los grandes protagonistas de esta apasionante trayectoria. Pretendo constatar, por encima de todo, que España está hoy en la cumbre de la nueva gastronomía, que desbordó, a partir de los años noventa, los corsés de la nouvelle cuisine francesa (a la que también se homenajea), gracias a la introducción de la máxima creatividad en los fogones.
El triunfo de la innovación y la socialización ha sido el gran responsable de una oferta extraordinaria en la que conviven de la cocina tradicional a la de vanguardia, de los gastrobares a las tascas, de las antiguas crónicas y las guías gastronómicas al despertar de academias, cátedras o congresos de alta cocina. Todo ello relatado desde mi visión personal y mis vivencias durante todos estos años de pasión por la buena mesa.
La cocina de la libertad está prologado por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, quien destaca que “en la sociedad actual nadie duda de la importancia de la gastronomía como manifestación cultural. Pero es muy conveniente clarificar su dimensión económica junto con otros dos sectores estratégicos en nuestro país, el agroalimentario y el turismo”. No olvidemos que la industria alimentaria factura más que la automovilística.
Gracias a la editorial por permitirme lanzar estos importantes mensajes a través de esta humilde y entusiasta obra.
El ministro destaca que ya nadie duda de la importancia de la gastronomía como manifestación cultural