Toyota y Fiat Chrysler anuncian inversiones millonarias en EE.UU.
Le Pen quiere hacer como Trump y repatriar la producción de vehículos de los fabricantes franceses
Los fabricantes de automóviles Toyota y Fiat Chrysler han aprobado importantes inversiones en Estados Unidos. La japonesa invertirá al menos 10.000 millones de dólares (unos 9.425 millones de euros) en los próximos cinco años y el grupo italo-americano, 1.000 millones de dólares (945 millones de euros). Ambos planes se conocen pocos días después de que el presidente electo estadounidense, Donald Trump, amenazara con poner aranceles a las empresas nacionales que han derivado su producción a otros países y fuertes gravámenes a las firmas de cualquier país si se apostaba por producir en México para exportar a EE.UU. La semana pasada, Ford canceló una inversión de 1.600 millones de dólares (1.515 millones de euros) en México.
La portavoz de Toyota dijo que la inversión de la compañía se centrará en introducir su nueva arquitectura global –Toyota New Global Architecture (TNGA)– en plantas de Estados Unidos, en la construcción de su nueva sede en Plano (Texas) o en el desarrollo de vehículos autopilotados en ese país norteamericano. En todo caso, el presidente de la firma nipona, Akio Toyoda, recordó este lunes, al hablar del plan de inversión en el Salón de Detroit, que el fabricante japonés ha invertido 20.750 millones de euros en los últimos 60 años en Estados Unidos, donde cuenta actualmente con 136.000 trabajadores. Por su parte, el vicepresidente de la distribuidora estadounidense de Toyota, Bob Carter, afirmó en el acto de Detroit que el proyecto responde a los planes de futuro de la empresa –que mantiene su intención de fabricar el Corolla en Guanajuato (México)– y que no se trata de una acción para contentar a Trump.
La inversión de Fiat Chrysler, anunciada el domingo a última hora para dos de sus plantas de Estados Unidos, supondrá la creación de 2.000 empleos, como parte de un plan presentado hace un año. El programa permitirá al grupo italoestadounidense habilitar una de sus plantas para que pueda fabricar uno de los modelos que actualmente se montan en México.
Las advertencias de Trump tuvieron versión francesa ayer de la mano de la candidata de extrema derecha a las presidenciales, Marine Le Pen, que dijo que trataría de repatriar la producción francesa de vehículos y otros bienes industriales. Preguntada por si le gustaría que las francesas Renault y PSA Peugeot Citroën siguiesen el mismo camino, la líder del Frente Nacional dijo: “Él (Trump) está poniendo en marcha medidas que yo llevo años pidiendo”.