El lobby de las grandes empresas aprueba su disolución
La asociación empresarial asegura haber cumplido con sus funciones
El Consejo para la Competitividad celebró ayer su última reunión tras seis años de vida
El CEC nació en febrero del 2011 en el momento álgido de la crisis económica
El Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC) aprobó ayer su autodisolución, seis años después de su creación al considerar que se han cumplido los objetivos para los que se creó de mejorar la imagen internacional del país y su recuperación económica, como publicó La Vanguardia el pasado 18 de diciembre. El lobby, del que formaban parte 15 de las mayores compañías del país y el Instituto de la Empresa Familiar, echa el cierre tras varios meses con muy baja actividad.
El presidente desde su fundación es el expresidente de Telefónica, César Alierta, quien aseguró ayer:“Seis años después y consolidada la recuperación económica, podemos sentirnos satisfechos del trabajo realizado y de haber cumplido los objetivos que motivaron la creación del CEC”.
El Consejo nació en febrero del 2011 en el momento álgido de la crisis económica, en el que se daban crecimientos intertrimestrales del PIB negativos y una tasa de paro en el 21%. Era la última fase del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero cuando la amenaza del rescate internacional era alta. El CEC se creó también como respuesta a la crisis que afectaba a la patronal CEOE. Su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, se vio forzado a dimitir en 2010 por las irregularidades en la gestión de su empresa Marsans. Aunque Juan Rosell tomó las riendas de patronal en diciembre del 2010, el CEC ya estaba casi creado si bien no vio la luz hasta febrero del 2011.
Pese a que inicialmente se pensó en que la presidencia fuera bianual y de carácter rotatorio, sólo Alierta ha ocupado ese puesto. Llegó a realizar una decena de reuniones por todo el mundo para explicar las bondades de la economía española. En los últimos años, el CEC ha estado enmedio del debate político en varias ocasiones.
Ayer en la última comunicación que realizó el Consejo se realizaban dos recomendaciones clave. La primera era la de “incrementar la internacionalización de las empresas” y su tamaño pues el foro empresarial considera que es la “palanca para impulsar el crecimiento de las exportaciones y mejorar el funcionamiento del mercado laboral”. La segunda recomendación es la de “apostar claramente por la economía del conocimiento”. Para ello, el Consejo considera que debe hacerse “énfasis en la necesidad de aumentar la inversión en I+D+i y la digitalización de la sociedad, mejorar y modernizar la educación” y “buscar una política energética más eficiente”.
Los integrantes eran José Ma- ria Álvarez-Pallete (Telefónica), Ana Botín (Santander), Antoni Brufau (Repsol), José Manuel Entrecanales (Acciona), Isidro Fainé (La Caixa), Dimas Gimeno (El Corte Inglés), Francisco González (BBVA), Antonio Huertas (Mapfre), Pablo Isla (Inditex), José Creuheras (Planeta), Florentino Pérez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial), Juan Roig (Mercadona), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y los tres últimos presidentes del Instituto de la Empresa Familiar Pedro Barceló (Barceló), Javier Moll (Prensa Ibérica) y Ignacio Osborne (Osborne). Fernando Casado es su director general.