Tillerson contradice al presidente electo, critica a Rusia y se acerca a China
Rex Tillerson, ex director general de Exxon Mobil y aspirante a secretario de Estado en la administración Trump, pasó ayer por el Senado en busca de la confirmación parlamentaria que necesita para dirigir la diplomacia estadounidense. Y lo hizo con un discurso que se desmarca de la línea política trazada por su jefe, el presidente electo, en dos áreas fundamentales: Rusia y China. Para empezar reconoció que Rusia representa “un peligro” y que “nuestros aliados de la OTAN tiene razón en estar alarmados ante el resurgimiento de Ru- sia”. Luego tendió un puente con China. Habló de “una asociación productiva” dado que “dependemos unos de otros para nuestra mutua prosperidad”. Trump, al menos hasta ayer, aspiraba a una buena relación con el Kremlin mientras presionaba a China con un acercamiento a Taiwán. Tillerson criticó a Pekín por robar propiedad intelectual norteamericana, pero reconoció que era un gran aliado en la lucha contra el terrorismo de inspiración islámica. En esta línea reconoció que la lucha contra el Estado Islámico será la prio- ridad en Oriente Medio. Tillerson culpó a la Administración Obama de que EE.UU. haya perdido liderazgo mundial y dijo que sin esta preeminencia el mundo corre más peligro. Trump, sin embargo, sostiene que EE.UU. tiene un excesivo protagonismo exterior y que necesita replegarse para priorizar los intereses del país. En contra de lo que opina su jefe, Tillerson reconoció la urgencia de actuar contra el cambio climático. Exxon anunció ayer que le pagará 180 millones de dólares de indemnización por haber dejado la compañía.