Los padres de Nadia confían en explicar al juez sus fotos comprometedoras
El fiscal no considera ahora pedir prisión para la madre por la nueva imputación
Fernando Blanco y Margarita Garau tratarán de explicar mañana al juez de La Seu d’Urgell Ignacio Risueño por qué se fotografiaron manteniendo relaciones sexuales con su hija pequeña en la misma cama, y por qué el padre retrató los genitales de la menor mientras esta hacía poses de “evidente contenido sexual” a juicio de los investigadores. No lo van a tener nada fácil. Durante el día de ayer, y a través de su abogado Alberto Martín, negaron todo contenido sexual de las imágenes.
Desde la prisión de Ponent de Lleida, donde la dirección del centro ha reforzado la protección para preservar su integridad, el padre mostró a través de su letrado su “indignación” por la interpretación que el juez, los mossos y el fiscal han realizado de los dos grupos de fotografías comprometidas. Para todas las imágenes, los acusados tienen una justificación y esperan que el magistrado les entienda.
La madre busca desde el martes, entre sus amigas de Mallorca, dinero para pagarse el viaje a La Seu. Con todas las cuentas bancarias embargadas, sin trabajo, y sin salir de la casa de su madre, Margarita vive exclusivamente de la ayuda de sus familiares, desde que hace un mes quedó en libertad con cargos.
Anoche, el juez no había recibido ninguna solicitud para que la mujer declarara por videoconferencia desde Mallorca. De hecho, la mujer desea a toda costa viajar a La Seu. Quiere hacerlo, sobre todo, porque cree que así podrá reencontrarse unos minutos con su marido. En este último mes que llevan separados, Margarita ha viajado un fin de semana a Lleida y ha podido tener un vis a vis con su pareja.
Ya en su momento, tras la detención de los padres, se analizó la relación de ambos y aunque ella negó ante el juez ser conocedora de la estafa de la que están acusados, las transcripciones telefónicas demos- traron que la mujer estaba al corriente de los tejemanejes del hombre. Y que incluso estaba dispuesta a fugarse con Fernando y la hija de ambos a Francia.
Pero volvamos a las fotografías comprometedoras, de las que los acusados ya han dado una primera
Los acusados aseguran que las imágenes carecen de contenido sexual y que se han malinterpretado
explicación a su letrado, que será la que mañana ambos reiterarán ante el juez y el fiscal.
En relación con las imágenes de la pareja manteniendo relaciones sexuales en la misma cama en la que se encuentra la menor, los acusados contarán que son fotografías toma- das en el ámbito privado y que nunca se compartieron. Que la niña dormía en la cuna de la misma habitación, que ese día debió saltar a la cama de matrimonio y que no fueron conscientes de que aparecía en algunas fotografías.
En las imágenes que el magistrado reconoce que no entiende, junto a la pareja desnuda aparecen los pies de la niña. La pequeña estaba con ellos en esa misma cama en el momento en que se retrataban y mantenían relaciones sexuales. El magistrado se pregunta en su auto cómo habrá interpretado la niña esos actos de sus progenitores. Por estas fotos, el magistrado podría imputarles un delito de exhibición. Castigado con penas que van de uno a cuatro años de cárcel.
Margarita Garau tendrá que contar si era consciente de que su marido guardaba esas imágenes. Aunque el fiscal, a día de hoy, no tiene previsto pedir prisión para ella. Entiende que ya no hay riesgo de des- trucción de pruebas, ni de fuga, después de que la Audiencia de Lleida ratificara ayer mismo la prisión provisional para Blanco. Tampoco se puede reiterar el delito, ya que la madre sólo puede ver a Nadia en presencia de un familiar. Un régimen de visitas que con seguridad el fiscal pedirá paralizar. En cualquier caso, el fiscal, como el magistrado, quieren escucharles a ellos.
Las otras imágenes en las que, según los investigadores, la menor posa con “evidente contenido sexual” mostrando sus genitales se hicieron, según los padres, para tener un seguimiento de los tratamientos que recibía para la piel. El juez preguntará por esos tratamientos y qué médicos fueron los que recibieron las imágenes.
Mientras tanto, los forenses informáticos de los Mossos trabajan a destajo para determinar, antes del viernes, si se destruyó alguna imagen comprometedora o si se consultaron páginas pedófilas.