ERC tensa las negociaciones del plan de alojamientos turísticos
El republicano Alfred Bosch se descolgó ayer con dos nuevas condiciones para dar su voto favorable al plan especial urbanístico de alojamientos turísticos (Peuat) que dejaron fuera de juego al gobierno de Ada Colau. Los comunes creían tener bien atado el apoyo de ERC para sacar adelante la regulación turística de Barcelona, mientras siguen las negociaciones con otros grupos políticos. Sin embargo, Bosch supeditó el acuerdo a que se incluya una consulta ciudadana pa- ra decidir si hay que parar los proyectos hoteleros del Rec Comtal –a punto de acabar las obras–, el albergue de la Vila Olímpica –donde siguen los trabajos– y el Praktik de Drassanes e informar del coste económico de esta decisión. Una opción que horas después descartó completamente la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, quien cifró esta posible expropiación en más de 100 millones de euros.
Sanz lamentó el cambio de rumbo que habían tomado las negociaciones con ERC, cuando ya se había pactado la mayor parte del redactado del Peuat. No puso peros a otra de las condiciones de ERC que hace referencia a establecer un plan para acabar con la actividad de los apartamentos turísticos ilegales. No obstante, aseguró que complacer a los republicanos con una consulta ciudadana es del todo imposible, a pesar de que el gobierno municipal es contrario a estos proyectos. Explicó que esta operación supondría pagar un elevado precio a promotores hoteleros y dudó de que jurídicamente sea posible iniciar los trámites de expropiación. Por último, afirmó que sería una decisión arbitraria difícil de justificar ante los ojos de otros barrios y vecinos afectados también por grandes proyectos de alojamientos turísticos.
Lo cierto es que los días pasan y el gobierno municipal tiene prisas por sacar adelante el Peuat antes de que se levante la moratoria del plan de usos de Gràcia, el próximo 17 de marzo. Las nuevas condiciones impuestas por ERC han hecho saltar por los aires el calendario fijado por el gobierno de Colau, que pretendía llevar la aprobación definitiva del plan especial a la comisión de Urbanismo de la semana que viene. Ante este nuevo escenario, Sanz no descarta celebrar un pleno extraordinario en febrero.
Los republicanos consideran que el equipo de gobierno no ha atendido su principal reclamación con la que pretenden paralizar el proyecto de albergue de la Vila Olímpica y ante esta negativa intentan forzar estas consultas ciudadanas.
La teniente de alcalde reiteró la voluntad de llegar a un acuerdo de máximos con el resto de grupos políticos. Una difícil coyuntura en la que se deberá decidir si saca adelante un Peaut con el apoyo de CiU y C’s, mucho más aperturistas y difícil de justificar ante sus bases, o cuentan con ERC y la abstención de la CUP. Una situación, esta última, en la que se encontrarían más cómodos y podrían forzar al PSC a sumarse al bloque de la izquierda.