Montoro avanza que el 2017 será el año “más difícil”
El ministro advierte que el Estado recauda menos que antes de la crisis Hacienda castigará a las empresas que paguen tarde a sus proveedores
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Función Pública, advirtió ayer en el Parlamento que desde el punto de vista presupuestario este año 2017 será “el más difícil”, pues el Estado debe reducir su déficit en unos 16.000 millones de euros, al pasar del 4,6% del año anterior al 3,1% pactado con Bruselas. Montoro, que descartó nuevos recortes, explicó que parte de la dificultad reside en que la recaudación fiscal está aún por debajo del nivel que se registraba antes de la crisis, especialmente en el ámbito de los impuestos sobre los beneficios de las empresas, que apenas alcanza a la mitad del 2007. El ministro alertó que el fisco será especialmente severo con las empresas que paguen tarde a sus proveedores.
El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, se mostró ayer en el Parlamento optimista ante los próximos cuatro años, en los que se proponen “enterrar” la crisis económica. Con una dura negociación de los nuevos presupuestos generales del Estado y el objetivo primordial de controlar una deuda pública que supone el 100% del PIB, Montoro aseguró que el año “más difícil” será precisamente el 2017. Este ejercicio, recordó, se enfrentan a unas cuentas públicas “exigentes” porque el desfase entre lo que se ingresa y lo que se gasta ha de pasar del 4,6% al 3,1% –más de 15.000 millones de euros–. En todo caso, negó que hagan falta “más medidas” para alcanzar el 3,1%. “Sólo falta materializar el presupuesto”, afirmó.
Montoro destacó además que el 2016 se cerrará con el cumplimiento del objetivo de déficit, renegociado con Bruselas. El ministro avanzó datos provisionales sobre la recaudación tributaria del último año que, a pesar de marcar nuevo récord en el IVA, aún está por debajo de los más de 200.000 millones recaudados antes del estallido de la crisis. Así, desde Hacienda detallaron que el impuesto al consumo reportará casi 62.900 millones de euros, frente a los 60.300 del 2015, que marcaron el anterior máximo (diez años atrás, suponía 55.850 millones). Mientras, el IRPF aportará en el 2016 “sobre los 72.000 millones”, una cifra similar a la de los dos años anteriores y “por encima del 2007”. Montoro estimó unos 20.000 millones de los impuestos especiales (en el 2007, 19.786 millones), mientras que reconoció que sociedades es “prácticamente la mitad” que hace una década.
El máximo responsable de Hacienda evitó ofrecer una cifra global de recaudación del año pasado, pero la portavoz del grupo popular, Tristana Moraleja, habló de que los ingresos tributarios alcanzarían los 188.000 millones de euros.
En su comparecencia para presentar las líneas maestras de su departamento, la oposición criticó a Montoro por la falta de concreción. Entre las escasas nuevas medidas que apuntó, destaca la penalización fiscal para las empresas que se demoren en el pago a sus proveedores, sin respetar el plazo de 60 días fijado por ley. Un compromiso recogido en el acuerdo de investidura con Ciudadanos. Según el último análisis sobre morosidad de la patronal de la pequeña y mediana empresa (Cepyme), en el tercer trimestre del 2016 las empresas tardaban de media casi 80 días en pagar las facturas a los proveedores. Los plazos de pago aumentaban a medida que se incrementaba el tamaño del negocio deudor: entre los 75,6 días de las microempresas y los 83,4 días –23,4 más allá de lo permitido– de aquellas que tenían entre 50 y 249 empleados. La plataforma multisectorial contra la morosidad denunció que en el 2015 se tardaba de media 85 días en cobrar del sector privado. “No es aceptable que con una ley de Morosidad vigente se esté produciendo un abuso por empresas de mayor tamaño”, advirtió Montoro.
Asimismo, y ante las preguntas de los grupos, el ministro de Hacienda admitió que la Agencia Tributaria trabaja en un procedimiento para evitar que empresas “que tienen una facturación del IVA más baja”, fundamentalmente autónomos y pymes, se vean afectados por el reciente endurecimiento de los aplazamientos de deudas tributarias. El ministro de Hacienda no dudó en rechazar las acusaciones de inseguridad jurídica por los últimos cambios en el impuesto de sociedades. Y aprovechó para sacar a relucir la promesa de rebajar el IRPF a lo largo de esta legislatura.
Sobre los funcionarios, la otra pata de su departamento, Montoro vinculó la plantilla a una digitalización de la Administración que, apuntó, “exige una preparación superior”, pero también “una retribución mayor”.
EL AÑO “MÁS DIFÍCIL” El ministro defendió que el déficit del 2017 llegará al 3,1%, sin adoptar “más medidas”
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