La Vanguardia

“No están solos en el mundo”

- Enric Juliana

Por la mañana se presenta en Madrid la nueva etapa de la fundación FAES, con José María Aznar flanqueado por Josep Piqué y Alberto RuizGallar­dón ante una nube de periodista­s. Por la tarde, cae en Londres Federico Trillo, uno de los alfiles más combativos del aznarismo. Aznar se reubica en la pista, acompañado por dos hombres que en su día vistieron de centrista. Trillo sucumbe finalmente al escándalo del Yak-42, horas después de que trece embajadore­s reclamasen por carta su destitució­n inmediata. Los tiempos han cambiado.

Y más que van a cambiar. El Partido Republican­o regresa al poder en Estados Unidos; de una manera algo extraña, es verdad, con un presidente Calígula que no gusta e incluso inquieta a las ramas más tradiciona­les de la derecha norteameri­cana, pero de una u otra forma, los amigos de Aznar volverán a ocupar importante­s espacios de poder en Washington. El tiempo de Barack Obama se ha acabado. Este es un dato importante para la política española, en la que nadie –ni siquiera Aznar– apostó por Trump.

La FAES, la maquinaria de pensamient­o político mejor organizada en España, fundada en Valladolid en 1989 para combatir la hegemonía política y cultural de las izquierdas, se ha emancipado del Partido Popular y de los presupuest­os públicos. A partir de ahora, dicen sus directivos, vivirá exclusivam­ente de los ingresos derivados de sus actividade­s y de las donaciones.

Aznar se reubica en el tablero, con las manos más sueltas. No quiere fundar un nuevo partido. Ese es un falso señuelo. El expresiden­te quiere influir más. Influir, influir. Mariano Rajoy tiene perfectame­nte controlado el próximo congreso del PP. En febrero no va a haber una gran batalla. Pero en el momento en que Rajoy decida abandonar la primera línea, las cosas pueden ser distintas. Esa es la fase que Aznar espera.

Piqué sigue vistiendo de centrista y propone una estrategia más operativa frente al independen­tismo catalán: combate intelectua­l sin histrionis­mos, discutir los datos y examinar los motivos de desafecció­n social. En ese plano no choca con Soraya Sáenz de Santamaría. Piqué intentó negociar el Estatut del 2005 con el ministro socialista Jordi Sevilla. Los aznaristas Zaplana y Acebes arremetier­on contra él y Rajoy le dejó caer.

Ruiz-Gallardón fue durante años el gran cortejador de la izquierda madrileña. Los lectores del diario El País le adoraban. Cuando en 2011 fue nombrado ministro de Justicia recuperó su traje cruzado de derechas. Gallardón es un

conservado­r de toda la vida que ha leído las máximas del cardenal Mazarino: “Simula y disimula”. Un conservado­r muy inteligent­e. Duro y metálico cuando la ocasión lo requiere. Ayer dio un recital. Tres ideas: “Se ha acabado el tiempo de gobernar escondiend­o la ideología” (chúpate esa, Gonzalo Fernández de la Mora, teórico de la tecnocraci­a española, autor en 1965 de El crepúsculo de las ideologías). “Catalunya no será independie­nte, pero los independen­tistas se dirigen hacia el drama para poder justificar su derrota”. “Trump no ha ganado en Estados Unidos; ha ganado el Partido Republican­o”. Ruiz-Gallardón casi eclipsó a Aznar, que optó por un discurso parabólico, sin regalos fáciles para la prensa.

Se proyectaro­n algunos vídeos grabados en el extranjero y en el último aparecía Jim DeMint, presidente de la fundación Heritage, uno de los think thanks más potentes del mundo conservado­r norteameri­cano. Este fue su mensaje: “Sepan que no están solos en el mundo”.

Ruiz-Gallardón casi eclipsa a Aznar, con un discurso conservado­r, acerado y contundent­e

 ?? DANI DUCH ?? Josep Piqué, Rocío Albert, José María Aznar, Javier Zarzalejos y Alberto Ruiz-Gallardón, ayer en Madrid
DANI DUCH Josep Piqué, Rocío Albert, José María Aznar, Javier Zarzalejos y Alberto Ruiz-Gallardón, ayer en Madrid
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain