Barcelona diseña doce nuevas líneas y se olvida del autobús por la Diagonal
El gobierno de Ada Colau no dispone todavía de los apoyos políticos necesarios para poder sacar adelante su proyecto de conectar las dos redes de tranvías, el Trambaix y el Trambesòs, a través del tramo central de la Diagonal. Sin embargo, ha comenzado a actuar por la vía de los hechos consumados, dando por sentado que no hay alternativa a su proyecto estrella. Primero fue la decisión de estudiar los cambios de sentido de la circulación en la avenida Sarrià y la calle Urgell. Ahora, la nueva pista de cuáles son las intenciones irrenunciables de BComú pudo verse ayer cuando el Ayuntamiento de Barcelona presentó su propuesta de las doce líneas que completarán la red ortogonal de autobuses de la ciudad. Como era de esperar, entre ellas no figura la denominada D-30, que debía circular por la Diagonal y que el gobierno del convergente Xavier Trias había reservado para la que consideraban mejor alternativa al tranvía, los nuevos autobuses eléctricos de alta capacidad.
Como ya es tradición, el Ayuntamiento someterá a un proceso de información y debate con los vecinos y entidades la ampliación de la red de autobús (catorce sesiones a lo largo de dos meses) con la idea de poner en servicio las doce últimas líneas en dos fases, una en otoño del 2017 y la definitiva en otoño del 2018
La concejal de Movilidad y presidenta de TMB, Mercedes Vidal, señaló que su gobierno quiere acelerar la implementación de toda la red de autobuses porque “la mejora del transporte público es urgente”. Vidal anunció que esta reestructuración del sistema supondrá un aumento de la asignación de la financiación pública al servicio de bus estimado en cinco millones de euros anuales.
Las nuevas líneas tendrán una frecuencia de paso de entre 5 y 8 minutos los días laborables y con ellas se cubrirá el 65% de la ciudad y se llegará a una cobertura del 95% de la población de Barcelona. Las 16 líneas de alta prestación ya existentes registran 300.000 validaciones diarias y concentran un 42% de la demanda de buses de la ciudad.
Las 12 líneas nuevas serán la H2 (Avenida Esplugues-Trinitat Nova); la V1 (Gran Via de l’Hospitalet-avenida Esplugues); la V5, (Mare de Déu del Port-Pedralbes); la V9 (Paral·lel-Sarrià); la V19 (Barceloneta-plaza Alfonso Comín); la V23 (Poblenou-Can Marcet); la V25 (Poblenou-Horta); la V29 (Fòrum-Roquetes); la V31 (Mar Bella-Trinitat Vella); la V33 (Fòrum-Santa Coloma); la D40, (plaza Espanya-Roquetes), y la D50 (Ciutat Meridiana-plaza Catalunya).
La concejal de Movilidad, defensora número uno de la conexión de los tranvías por la Diagonal, insistió en que la implantación de este medio de transporte en superficie también forma parte de la mejora del transporte en la ciudad. Reiteró el argumento, discutido por algunos informes técnicos, de que la demanda de transporte público en la avenida requiere un transporte de más capacidad y recordó que los buses que ahora circulan por la Diagonal se redistribuirán por la ciudad si son reemplazados por el tranvía.
Mercedes Vidal añadió que la Diagonal es una de las vías de la ciudad con mayor congestión de autobuses y que, por ello, no tendría sentido añadir una nueva línea. Sobre la previsión de que algunos autobuses puedan compartir el carril con el tranvía señaló que esta opción está encima de la mesa. Por otra parte, la edil aseguró que el Ayuntamiento no impulsará “ningún cambio transitorio” antes de la instalación del tranvía, porque después podría tener que modificarse de nuevo.