El hombre fuerte de Trump quiere que EE.UU. siga en el acuerdo de París
El secretario de Estado dice que el cambio climático exige “una respuesta global”
La presión para que la Administración de Donald Trump no se retire del acuerdo de París contra el cambio climático, firmado en diciembre del 2015, parece que surte efecto. El futuro jefe de la diplomacia norteamericana, su secretario de Estado y expresidente de Exxon Mobil, ha dejado entrever que él no es partidario de que EE.UU. abandone el acuerdo de París contra el cambio climático, aunque, matizó, esta decisión la tomará en las próximas consultas con el presidente electo.
En su comparecencia ante la comisión de Asuntos Exteriores del Senado –una sesión rutinaria destinada a avalar su nombramiento–, Tillerson admitió que “el riesgo del cambio climático existe” y juzgó “importante” que EE.UU. mantenga su compromiso internacional para afrontar este riesgo. “Creo que es importante que EE.UU. mantenga su lugar en la mesa en que se evalúa cómo abordar la amenaza del cambio climático”, dijo Tillerson. “Ningún país puede solucionar ese problema solo”. Apuntaba así su voluntad de mantener a EE.UU. dentro del acuerdo de París, suscrito por 195 países y que entró en vigor el pasado mes de diciembre tras el impulso decisivo imprimido por el presidente Barack Obama.
En su intervención llegó a decir que la ciencia del clima “no fue concluyente”, y argumentó que si es partidario de seguir en el Convenio de Cambio Climático, es “para juzgar el compromiso de los otros países firmantes del acuerdo de París” y ajustar la acción de EE.UU. y defender sus intereses a partir de ello.
“Llegué a la conclusión hace años de que el riesgo del cambio climático existe y que las consecuencias podrían ser lo suficientemente serias como para que sea necesario tomar medidas”, dijo. “Las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera están teniendo un efecto” pero “nuestra capacidad para predecir su efecto es limitada”, añadió.
Sus declaraciones contrastan con las manifestaciones de Donald Trump, quien declaró en la campaña electoral que quería retirar a EE.UU. del acuerdo de París. Sin embargo, luego matizó su postura diciendo que estaba “abierto” a estudiar esta cuestión. El tratado de París reúne el compromiso mundial para evitar que las temperaturas del planeta suban este siglo dos grados por encima de las de la época preindustrial y promover una transición energética para ir prescindiendo de los combustibles fósiles, principales responsables del efecto invernadero. Los países están obligados a presentar a la ONU sus planes para reducir las emisiones de gases. Sus palabras han sido bien acogidas. “Es alentador que Tillerson reconozca que el cambio climático requiere una respuesta global y que EE.UU debe permanecer en la mesa”, respondió David Waskow, portavoz del Instituto de Recursos
Políticos y artistas han pedido al presidente electo que no renuncie a una economía basada en tecnologías limpias
Mundiales, una oenegé con sede en Washington, según Afp.
Políticos como el exvicepresidente Al Gore o Bill Clinton o artistas como Leonardo DiCaprio han presionado a Trump con el argumento de que EE.UU. debe capitanear la transición hacia una economía libre de combustibles fósiles y basada en las tecnologías y energías limpias –por los yacimientos de empleo que puede generar–, antes de que otros países tomen las riendas. Sólo en la época más reciente, Exxon Mobil se ha avenido a reconocer el cambio climático.