Y el Gaudí es para... Ada Colau
Opodría serlo. Alcaldessa ,de Pau Faus y Ventura Durall, es una de las cuatro aspirantes a un galardón de la Acadèmia del Cinema Català, en el apartado de mejor documental. Premios que se entregarán el domingo 29 de enero, en el Auditori del Fòrum.
Pero el aplauso que recibieron ayer las palabras de la alcaldesa Colau por parte del sector cinematográfico –invitado por el Ayuntamiento de Barcelona al palacete Albéniz para rendir homenaje a los nuevos miembros de honor de la Acadèmia– se puede decir que tenía ya el regusto de un Gaudí, el premio mayor de la industria catalana del cine.
Destacó Colau la responsabilidad del cine en un momento “en que lo que seamos capaces de imaginar puede cambiar la realidad” en este encuentro al que acudió buena parte de los nominados a los IX premios Gaudí para la tradicional foto de familia en una ceremonia que cada año tiene lugar alrededor del alcalde o alcaldesa, en este caso.
En su discurso, Colau se comprometió a apoyar en la medida de sus posibilidades el cine catalán. Pues es una cinematografía, dijo, que está en uno de sus mejores momentos “gracias a la pasión que pone la gente del sector, capaz de realizar un cine excelente a pesar de la precariedad, los sueldos bajos, las jornadas extenuantes y ese vergonzante 21 por ciento del IVA”. En ese momento la alcaldesa se hizo con ese Gaudí imaginario, en medio de un atronador aplauso de los allí reunidos.
Buena parte de la industria cinematográfica catalana en un encuentro “entrañable”, en palabras de Isona Passola, presidenta de la Acadèmia. “Aquí estamos en familia, en un acto distendido y feliz. Durante la entrega de los Gaudí, sin embargo, siempre estoy de los nervios”, dijo Passola.
En el encuentro, los glosadores hablaron de los premiados con cariño y respeto, y al cariño es difícil ponerle límites temporales. Por eso la ceremonia duro más de lo previsto, como siempre. El nonagenario Josep Comerón, director de cine y, en su momento, uno de los responsables de la producción cinematográfica en TV3, pregunto: “¿Son cinco o quince minutos? Y era igual, pues en ese momento el tiempo estaba de su parte, como siempre lo ha estado.
La glosa de Comerón, improvisada y entrañable, la realizó el productor Paco Poch. Josep Fiestas, por su parte, desde el respetuoso cariño, habló del exhibidor Pere Balañà, y Jaume Banacolocha habló de Joan Bas, de la productora Diagonal TV, y lo hizo más bien como el amigo de patio de colegio que en realidad es. Xesca Piñon tomó el lugar de Joaquim Oristrell, que no pudo asistir, para destacar la figura de Mercedes Sampietro. Y dos cómplices como Jaume Figueras y Antoni Kirchner hablaron uno del otro, sin saber muy bien quién era el homenajeado y quién el glosador. Para los anales: Kirchner recibía el nombramiento de académico de honor.