El Liceu llevará las representaciones de ópera a las cárceles catalanas
El teatro comenzará en febrero Foyer XXI, un foro de música contemporánea
El Liceu está madurando un proyecto para llevar la ópera a las cárceles con óperas presenciales, y no como hasta ahora, con retransmisiones en pantalla. Sin embargo, el director, Roger Guasch, no especificó si el programa, que cuenta con un presupuesto de 100.000 euros, incluye algún tipo de medidas de reinserción social de los presos que cumplen condena.
El anuncio fue la novedad más llamativa del programa social presentado ayer en el teatro, con presencia de los titulares de las tres administraciones catalanas que participan en el consorcio, los consellers Santi Vila y Dolors Bassa; la presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, y el teniente de alcalde Jaume Collboni. Por parte del Gobierno asistió el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón.
Collboni dijo que cuando él era niño, el Liceu era un muro, y ahora una institución accesible. En la voluntad de desprenderse de la imagen de centro elitista, el director, Roger Guasch, esgrimió que el aprovechamiento de las aguas freáticas del subsuelo aporta cada año 96 millones de litros o que la venta de 90.000 entradas subvencionadas para atraer nuevos públicos o a los colectivos más vulnerables (jóvenes, parados, jubilados, discapacitados...) supone dejar de recaudar un millón de euros. Las instituciones públicas aportan 19 millones, cuando el Liceu, según Guasch, genera en la ciudad una actividad económica de 128 millones y paga 10 millones en impuestos .
El Liceu, aprovechando las obras de reconstrucción, adoptó ya las medidas de accesibilidad para disminuidos e infraestructura de ahorro energético. Hoy tiene seis plazas en platea para sillas de ruedas y cuatro para acompañantes.
La edad media de los 16.000 abonados es de 60,2 años y del espectador ordinario, 47. El público es eminentemente catalán (alrededor del 80%), los extranjeros representan el 14% y los asistentes que viven en otros lugares del Estado, el 6%.
Según las estadísticas, el 13,1% de ciudadanos de Barcelona es aficionado a la ópera, lo que no quiere decir que asistan en esta proporción a las sesiones del Liceu. De ellos, quienes tienen estudios primarios son apenas el 4,6%. Un dato significativo para el futuro es que en 2014 sólo el 0,1% de jóvenes de entre 14 y 30 años asistió a una representación de ópera.
Entre las medidas anunciadas ayer no figuraba ningún programa para la promoción de nuevos talentos o la colaboración con colectivos culturales del resto del territorio. Roger Guasch sí señaló el inicio del Foyer XXI, un foro dedicado a la música contemporánea o el mantenimiento del Petit Liceu (1,2 millones de escolares desde 1999), la colaboración con másters de la Universitat de Barcelona, los concursos de canto en las escuelas (24.000 cantores desde 1998) o el compromiso con el barrio.