El interior derecho

En los tres últimos partidos, los dos de Copa y el partido de Liga en Vila-real, Luis Enrique ha hecho de la rotación en la posición de interior derecho una especie de juego de las sillas. En Bilbao la ocupó Rakitic hasta que, en el minuto 71, fue sustituido por André Gomes. En Vila-real fue este quien salió de titular hasta que, en el 68, entró Denis Suárez. Y en el Camp Nou, Rakitic volvió después de los primeros 80 minutos de Rafinha. Más allá de dosificar las apariciones de los jugadores para afrontar la fase decisiva de la temporada en las mejores condiciones, da toda la impresión de que Luis Enrique todavía no ha encontrado la solución definitiva para encajar las piezas del rompecabezas. “Hay una diferencia muy importante entre lo que le pido al interior derecho y lo que le pido al interior izquierdo –dijo ayer en una rueda de prensa–: que Neymar juega en el lado izquierdo y Messi en el derecho”. Neymar, Iniesta y Alba han encontrado una manera fantástica de jugar juntos en la izquierda. Como Neymar hace de extremo clásico, Alba no lo ha de doblar siempre. El defensor se puede reservar para subir al ataque en contadas ocasiones, cuando Neymar le deja libre la banda y sabe que, ocupando el espacio, puede hacer daño. Casi todas las jugadas de peligro del último partido provinieron de la izquierda. Pero el jugador más determinante del Barça volvió a ser Messi. Las funciones de los jugadores que juegan en su banda, a su espalda, están, tienen que estar, determinadas por este hecho indiscutible. Messi resuelve los partidos. Pero no juega de extremo clásico. Cada vez menos. Eso obliga a Sergi Roberto y Rakitic a subir más a menudo para ocupar el extremo que deja hueco y a doblarse en tareas defensivas. A principios de año el periodista Marc Guillén lo hacía notar en un magnífico análisis para RAC1. “Rakitic está sufriendo por tener que hacer la doble función de centrocampista y extremo”, decía. Es en este punto del esquema de juego del Barça donde tenemos uno de los enigmas de la temporada. Si el equipo lo resuelve pronto, aún puedo aspirar a todo.

Los grandes jugadores tienen una relación muy peculiar con la táctica. El talento se relaciona de una manera muy especial con la teoría, porque en realidad su mera aparición es una manera de ponerla en cuestión. Una táctica se consolida cuando alguien con talento demuestra su eficacia. Los nuevos caminos se trazan cuando adoptamos el sendero sugerido por el visionario. Sin embargo, como el visionario es humano, quien esté dispuesto a seguirlo también tendrá que estar dispuesto a aceptar que en algún momento se puede equivocar. Ser el entrenador del mejor jugador del mundo tiene que ser fantástico. Pero debe de ser muy complicado.

Sergi Roberto y Rakitic tienen que subir más para ocupar el extremo que Messi deja vacío y también defender