¡Pero si son normales!
–Perdone, ¿podría decirme dónde está la plaza del Pilar? –Sí, giri a la dreta i després tot recte. –Pero, ¡¡¡¡ ¿¿¿cómo dice usted??? !!!! Seguro que a ti tampoco te parece normal. No a la imposición del catalán. No a la ley del PSOE. Partido Popular”.
Quizás el vicesecretario de coordinación política del PP en Andalucía, Antonio Martín, recordase esta cuña de radio emitida por su partido hace unos años cuando preparaba su viaje a Girona. La sorpresa llegó en la ciudad catalana, cuando descubrió que sus calles no estaban plagadas de monstruos, sino de gente corriente. La caricatura de Catalunya que el PP ha contribuido a construir en el resto de España se desmoronó con un baño de realidad.
Esto constata los beneficios de viajar para quitarse de encima algunos prejuicios y ampliar la cultura. Todos necesitamos airear la mente y salir de nuestro terruño de vez en cuando para comprobar que hay vida inteligente más allá y sacudirnos cierto complejo de superioridad. Desde el otro lado del puente, recordamos algunos comentarios sobre la familia andaluza que acogió al vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, en aquel memorable programa de Salvados. Muchos cuestionaban su elección al considerarla “demasiado culta” y no representativa de la sociedad andaluza. ¿Esperaban acaso un grupo de analfabetos holgazanes, como Martín esperaba que algún catalán lanzara fuego por la boca al oírle hablar en castellano? Qué ridículo todo. Pero por suerte la ignorancia tiene cura. A Antonio Martín le bastó con un simple viaje. Y los que ven Andalucía como un lugar atrasado culturalmente podrían empezar por leer a alguno de sus premios Nobel de Literatura, poetas o pensadores universales.