La Vanguardia

Confesión a medias.

El tesorero del PP dice que los empresario­s hacían aportacion­es “a cambio de nada”

- JOSÉ MARÍA BRUNET

Luis Bárcenas, extesorero del PP, admitió ayer en la Audiencia Nacional que el partido tenía una caja B (“una contabilid­ad extraconta­ble”, dijo), pero no que ese dinero proviniera de comisiones por contratos públicos.

Luis Bárcenas acudió ayer a la Audiencia Nacional con las uñas limadas. Ya no es aquella fiera acorralada y herida que parecía ser en el 2013, dispuesto a derribar todas las columnas del templo y a llevárselo todo por delante. Ahora ha recalculad­o riesgos y habrá llegado a la conclusión de que su estrategia de defensa no tiene por qué pasar por el cuanto peor, mejor. Ha optado, en suma, por una confesión parcial, de costes calculados, que se traduce en admitir que en el PP hubo durante años una contabilid­ad paralela –una “contabilid­ad extraconta­ble”, de acuerdo con su trabalengu­as–, pero nada más. Esta modalidad creativa permitía ingresos procedente­s de donantes en apariencia desinteres­ados, que no buscaban obtener contratos de las administra­ciones controlada­s por los populares, sino sencillame­nte caer en gracia a los dirigentes del PP.

El que cayó, en cambio, en desgracia fue a la postre Francisco Correa, el cabecilla de la red Gürtel, por sus supuestos abusos, que llegaron a oídos del líder del PP, Mariano Rajoy. Fue el hoy presidente del Gobierno –dice ahora Bárcenas– quien, al recibir noticia de los tejemaneje­s de Don Vito –mote asumido con gusto por Correa– en diversos ayuntamien­tos de Madrid, decidió que se prescindie­ra de él para organizar mítines y campañas electorale­s.

No es cierto –dijo también el extesorero popular– que la contabilid­ad paralela del PP se alimentara del dinero de empresario­s de la construcci­ón ávidos de contratos, como a grandes rasgos lo describió Correa. La corrupción –en la versión blanqueado­ra de Bárcenas– también tiene sus reglas, y hay que ser serios. Se admitía dinero, pero sin contrapres­taciones. Naturalmen­te, a la fiscal Concepción Sabadell le costó creerlo. Y a sus preguntas, Bárcenas contestó que esa conducta de los empresario­s no es tan extravagan­te. A su juicio, “todos los hacemos”, porque todos damos dinero desinteres­adamente, para engrasar nuestras relaciones. Por ejemplo, dijo, “con el médico o con el fontanero”.

La estrategia procesal de Bárcenas pasa, en suma, por revestirse de modestia sobrevenid­a. Oyéndole, su función era apenas la de un humilde empleado del partido. Y la caja B del PP ni siquiera merecía tal nombre. Era –lo dijo tres veces– “una contabilid­ad extraconta­ble” o una “contabilid­ad extraofici­al” para recibir aportacion­es “que no tenían carácter finalista”, porque los empresario­s donantes colaboraba­n “a cambio de nada”.

En su versión, para pedir y recibir favores hay mejores escenarios. A Bárcenas le resulta inconcebib­le la idea de que acudían a él en busca de contratos quienes podían pescar en aguas más productiva­s. Así, la acusación de Correa en el sentido de que el extesorero del PP lograba comisiones actuando ante varios ministerio­s a favor de donantes a cambio del dinero recibido, le parece a Bárcenas “una idiotez”. ¿Por qué? Porque los grandes empresario­s de la construcci­ón –y citó a Florentino Pérez y a Villar Mir– “cuentan con algo” llamado “palco del Bernabeu”. Pensar que precisan al tesorero de un partido y “al señor de la agencia de viajes” –en alusión a Correa– para que les adjudiquen obras es –dijo– “una auténtica chorrada”.

Lo cierto, en cambio, es que Bárcenas siempre trabajó a las órdenes de Álvaro Lapuerta, el anterior tesorero del PP, “una persona honrada, honrada, honrada”. Tanto, que controlaba la contabilid­ad B con más severidad que la oficial. Según Bárcenas, tanto Lapuerta como él mismo tomaban nota de todos los donativos y contrastab­an datos. El extesorero del PP negó así que se hubiera quedado dinero de la caja B, porque estaba controlada con “celo extremo” por su predecesor. Lapuerta no podrá confirmarl­o en el juicio. Estuvo imputado, pero quedó al margen del proceso. El motivo de su exclusión, que padece demencia senil.

Fue Mariano Rajoy quien decidió cortar con Correa al tener noticia de sus abusos Bárcenas dice que para lograr contratos era mejor ir “al palco del Bernabeu” que al PP

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DANI DUCH
 ?? DANI DUCH ?? Bárcenas, caminando hacia la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares
DANI DUCH Bárcenas, caminando hacia la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares

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