Renovarse o morir
El director contextualizará la colección con el arte y la historia de su tiempo
La llegada a la dirección del Museu Picasso del francosuizo Emmanuel Guigon ha supuesto un soplo de aire fresco para un centro que, pese a que lo visitan cada año cerca de un millón de personas –o justamente por ello–, corría el peligro de caer en la autocomplacencia y el consiguiente inmovilismo.
El Museu Picasso se pone las pilas. La llegada a la dirección del franco-suizo Emmanuel Guigon ha supuesto un soplo de aire fresco para un centro que, pese a ser visitado cada año por cerca de un millón de visitantes –o justamente por ello– corría el peligro de caer en una excesiva autocomplacencia, con el consiguiente inmovilismo. Guigon apenas ha tenido margen para preparar una programación propia para este 2017 –la exposición estrella será
Picasso. Retrats, del 17 de marzo al 25 de junio, una coproducción con la National Portrait Gallery heredada de la etapa capitaneada por Bernardo Laniado-Romero, su antecesor– pero anuncia un 2018 cargado de cambios y, sobre todo, de energías renovadas.
Y eso que ayer, afectado por una inoportuna gripe, Guigon apenas era un hilo de voz. “Tenemos que potenciar nuestra singularidad”, dijo. El cambio más radical será la nueva presentación de su colección permanente, que dejará de mostrar al joven Picasso como un genio aislado del mundo y contextualizará su producción en la época en la que fue creada y recreará los ambientes que frecuentó el artista, y dando por primera vez entrada al cine, mediante la proyección de películas de la época. Se trata de una iniciativa radical que en su día ya quiso poner en marcha Pepe Serra –el entonces director confió la museografía a Juan José Lahuerta, quien llegó a desarrollar el proyecto– pero cuya materialización se vio abortada con la marcha del propio Serra, en el 2011, al MNAC. Guigon la retoma ahora no en su literalidad sino a partir de un nuevo diseño personal. No quiso avanzar detalles pero aseguró por ejemplo que habrá una sala dedicada a Els Quatre Gats y que colaborarán con el MNAC para que cuadros de otros pintores de la Barcelona de finales del siglo XIX representados en el gran museo catalán se puedan mostrar en calidad de depósito en el Picasso y que a su vez obras del artista malagueño entren a formar parte de la colección del Palau de Montjuïc.
Otra de las novedades para el año que viene será la remodelación del patio interior que unifica los diferentes palacios de la calle Montcada, un lugar de paso que Guigon quiere hacer más cálido y habitable, reactivando la Sala 0 para la creación contemporánea, incorporando a la museografía el espacio que actualmente hace las funciones de guardarropía, en cuyo techo se han descubierto unas pinturas renacentistas, y abriendo de nuevo una cafeteríarestaurante. Asimismo, el director estudia cambiar los accesos actuales para aliviar las colas de la calle Montcada. Y aún: el próximo verano se acometerán una serie de obras de climatización del Palau Finestres para poder disponer para exposiciones temporales la segunda planta del edificio, con lo que se ganarán 1.150 metros para uso expositivo.
Allí será donde a partir del mes de octubre, y finalizada ya la citada exposición de retratos (80 obras procedentes de cincuenta museos y colecciones particulares), se presentarán las tres primeras muestras de la etapa Guigon. Propuestas de pequeño formato que correrán en paralelo (del 25 de octubre al 28 de enero) entre las que destaca una dedicada a la última estancia prolongada
de Picasso en Barcelona, entre junio y noviembre del 1917, cuando viajó para acompañar a los Ballets Rusos, para quienes había realizado los decorados y el vestuario de Parade. Su comisaria, Malén Gual, ha reunido toda la producción realizada y reconstruido las actividades que realizó durante esos meses. Por su parte, Guigon debutará como comisario de Arthur Cravan Dadá Barcelona, centrada en la estancia del legendario aventurero, poeta y boxeador en la Barcelona de 1915 y 1916 (aquí se codeó con artistas como Albert Gleizes o Picabia y el campeón del mundo Jack Johnson lo dejó KO sobre el ring). La tercera muestra reunirá 166 grabados con los que se quiere subrayar el gusto que por esta técnica compartieron tres generaciones de la misma familia: Picasso, J. Fin, Vilató y Xavier.
La exposición estrella, coproducida con la National Portrait, recorrerá la obra del pintor con sus retratos La Barcelona de 1917, Arthur Cravan y el grabado inaugurarán una planta remodelada del Palau Finestres