Tragedia en Asia Central
El aparato realizaba una parada técnica en Bishkek, en su ruta Hong Kong-Estambul
Un avión de carga se estrella contra una zona habitada de Dacha-Suu, en Kirguistán, y causa la muerte de 33 residentes, incluidos 13 niños, y los cuatro miembros de la tripulación del aparato.
“Logré cubrir la cara de mi hijo para que no le cayeran los escombros del techo que se derrumbaba”
Los vecinos de Dacha-Suu sufrieron ayer un trágico despertar cuando a las siete y media de la mañana un avión de carga se estrelló contra sus casas, y causó la muerte de 33 residentes, incluidos trece niños. En el suceso también fallecieron los cuatro miembros de la tripulación.
Dacha-Suu es un área de casas de campo a unos dos kilómetros del aeropuerto de Manás, próximo a Bishkek, la capital de la ex república soviética de Kirguistán, en Asia Central. La zona de dachas se encontraba en mitad de la ruta que hacía un Boeing 747-300 de la compañía turca ACT Airlines, que volaba de Hong Kong a Estambul y tenía que realizar una parada técnica en Manás. ACT opera con el nombre de MyCargo.
El avión se estrelló cuando realizaba la maniobra de aproximación, a las 7.31 h de la mañana (las 2.31 h de la madrugada en Barcelona). Según dijeron fuentes del Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kirguistán a la agencia Interfax, el fuselaje del avión se llevó por delante una valla del aeropuerto y luego se estrelló sobre las residencias.
“Me desperté por una fuerte luz roja y brillante en la calle”, dijo a los medios locales una vecina, Baktigul Kurbátova. “No podía entender lo que sucedía. El techo y los muros se estaban rompiendo sobre nosotros. Estaba muy asustada, pero pude cubrir la cara de mi hijo con las manos para que no le cayeran los escombros”.
El impacto destrozó completamente 17 casas; otras dos se quemaron y seis sufrieron el impacto aunque aun están en pie. Esta área residencial está formada por 43 parcelas, la mayoría de las cuales ocupada por una vivienda.
Las autoridades del país descartaron que la causa del accidente fuese una acción terrorista. Parecen más probables las malas condiciones atmosféricas, con una densa niebla, o un fallo del piloto.
La Agencia de Aviación Civil de Kirguistán confirmó que el avión siniestrado era de ACT Airlines, y que la tripulación trabajaba para esta compañía, pero que realizaba el vuelo en régimen de alquilado por la compañía Turkish Airlines.
ACT Airlines dijo que el accidente no fue provocado “por razones técnicas o factores vinculados a la carga” del avión. Señaló también que el libro de registros del avión no tenía ninguna anotación sobre defectos técnicos y que no se registró ningún incidente durante el viaje antes de llegar a Bishkek.
Miembros del Gobierno kirguís se desplazaron ayer al lugar del siniestro, incluido el primer ministro, Soronbái Zhenbekov, quien ordenó la creación de una comisión de investigación para aclarar las causas del accidente. El Ministerio de Transportes de Turquía, por su parte, nombró a dos especialistas que trabajarán junto a las autoridades de Kirguistán.
El presidente kirguís, Almazbek Atambáyev, que tenía que viajar a China, canceló el viaje debido a la tragedia. Su colega turco, Recep Tayyip Erdogan, le llamó para expresarle sus condolencias. Hoy es día de luto oficial en ese país de Asia Central.