Pornografía vejatoria
Un espectáculo de contenido sexual explícito celebrado en un local nocturno de Mataró lleva al colectivo Arran a acusar a los organizadores de humillar a las mujeres.
Un espectáculo pornográfico explícito en el local nocturno The Bot de Mataró (Maresme) el pasado sábado ha provocado una gran polémica incitada por el colectivo Arran, que acusa a los organizadores de humillar a las mujeres. El Ayuntamiento ha reaccionado con la apertura de un expediente sancionador que podría derivar en la Fiscalía con una denuncia penal si se demuestra que en el momento de celebrar el show había menores en el local.
The Bot es un peculiar local de éxito ubicado en la zona de ocio nocturno de Pla d’en Boet, también conocido como el botellódromo porque los clientes acceden al establecimiento para consumir el alcohol y las bebidas que ellos mismos traen. El pasado sábado, según detalla Cristian de Francisco, el director del establecimiento, como han hecho otras veces “cedimos la sala a la empresa Bullpark para celebrar su séptimo aniversario” como prueba que no hubo publicidad del evento. Aseguran que “pensábamos que sería otro número con motos” pero insisten en que fueron los primeros sorprendidos al ver que se trataba de un número lésbico pornográfico en directo, con cuatro chicas desnudas practicando sexo oral sobre las mesas “por lo que inmediatamente paramos la fiesta, que sólo duró unos minutos”.
El director también es tajante al asegurar que “el férreo control de entrada impide el acceso de menores al local”, por lo que anunció acciones legales por las “injurias vertidas contra la empresa”. Las chicas que participaron en el espectáculo, según The Bot, han sido las primeras sorprendidas por la polémica, ya que dicen que se trata “de un show que han realizado en una treintena de ocasiones y que venían de ejecutar en una sala de fiestas de Sabadell”.
Los instantes de sexo lésbico fueron difundidos en las redes sociales por la rama juvenil la CUP denunciando públicamente la situación como actos “sexistas y machistas de los muchos que se vienen dando “en los espacios de ocio nocturno de la ciudad” también muy degradados por la práctica del botellón. La exhibición, aseguran desde Arran, “es un reclamo que presenta el cuerpo de la mujer como un producto para consumir y que incita a la cultura de la violación” y un modelo de ocio “basado en la mercantilización de las mujeres”.
El Ayuntamiento, por su parte, que en el último plenario aprobó actuar contra la publicidad sexista, movilizó en una reunión de urgencia a todas las áreas implicadas. El resultado fue la apertura de un expediente que dieron a conocer las concejales de Vía Pública, Núria Moreno, y de Igualdad y Juventud, Marisa Merchán. La investigación ordenada por el alcalde, David Bote, dirimirá si el local actuaba acorde a la licencia de que dispone, como bar-merendero o sala de espectáculos, pero “nunca como local de pública concurrencia con actividades de carácter sexual”. Si, como sospechan, en el local había menores durante el show, elevarán una denuncia penal por exhibicionismo a la Fiscalía.
El director de la sala dice que cedió el espacio a Bullpark y que él creía “que sería un número con motos”