Trump arremete contra Europa
La UE cierra filas y asume que ha perdido a un aliado clave en el mundo
Choque frontal entre Europa y Washington a pocos días de que Donald Trump tome posesión como presidente de los Estados Unidos. Lejos de abandonar el tono provocativo de sus declaraciones en campaña electoral sobre la Unión Europea o la OTAN como muchos esperaban, Trump se ha reafirmado en sus ataques a ambas organizaciones, clave del orden mundial surgido de la Segunda Guerra Mundial. Europa se cuidó de no caer en las provocaciones de Trump pero cerró filas y no dejó de recordar al futuro presidente las responsabilidades que le esperan.
“Más países se irán” del club, vaticina el presidente electo en una entrevista publicada ayer con el diario británico The Times y el alemán Bild, dos medios muy críticos con la integración europea, en la que define a la Unión como un mero instrumento de dominación alemana. “El Brexit acabará siendo el principio de algo muy bueno”, sostiene Trump, que atribuye la decisión de los británicos de abandonar la UE a haber sido forzados a aceptar refugiados por imposición de la canciller alemana, Angela Merkel. Su decisión de abrir las puertas a los refugiados sirios fue, dijo, “un error catastrófico” y “ha sido la gota que colma el vaso” para el Brexit, dijo, aunque la realidad es que el Reino Unido no participa en la política de asilo europea y no ha tenido que acoger ningún demandante de asilo por pertenecer al club.
Trump considera en cualquier caso que el proyecto europeo está condenado al fracaso porque “las personas, los países, quieren tener su propia identidad”. El futuro presidente estadounidense se reafirma en que la Alianza Atlántica, una organización militar creada a instancias de Washington hace medio siglo, se ha quedado obsoleta pero esta vez no ha repetido que no protegerá a los países europeos que no eleven su gasto en Defensa.
Ante semejante ataque a sus valores e instituciones, los gobiernos europeos reaccionaron perceptiblemente airados llamándose a sí mismos a la cooperación y la unidad pero asumiendo, al mismo tiempo, que el mundo está cambiando y pueden haber perdido a su aliado más natural ante multitud de desafíos globales. “Creo que los europeos tenemos el destino en nuestras propias manos”, declaró Merkel en Berlín. “A la UE le gusta estar bien acompañada pero también podemos tomar nuestras propias decisiones”, apuntó Federica Mogherini, alta representante de la Política Exterior europea.
El vuelco que supone la llegada de Trump a la Casa Blanca sorprende a la UE en baja forma, a punto de iniciar las negociaciones de salida del Reino Unido y temerosa de un efecto dominó que acabe con el proyecto de integración europea, que este año cumple su 60.º aniversario. “La invitación que nos está haciendo Trump, la mejor respuesta a la entrevista del presidente americano es la unidad de los europeos. Esa es nuestra fuerza”, declaró JeanMarc Ayrault, ministro de Exteriores francés en Bruselas.
El desapego de Trump hacia el orden mundial actual puede volverse más agresivo, advierte el analista Jan Techau. Una razón por la que
ENTREVISTAS EN ‘BILD’ Y ‘TIMES’ El presidente electo augura que más países se irán de la Unión para tener su identidad
REACCIÓN EUROPEA Angela Merkel: “Los europeos tenemos el futuro en nuestras propias manos”
los gobiernos europeos deberían preocuparse es porque “describe la UE como una organización hostil y una conspiración para dañar los intereses comerciales de Estados Unidos”, advierte el director del Richard C. Holbrooke Forum en la American Academy de Berlín. “Si lo dice en serio, probablemente va a seguir intentado socavarla aún más”, ha declarado a Bloomberg.
Las delicadas negociaciones sobre el Brexit ofrecen a Trump el escenario ideal para tratar de dividir a los europeos. El magnate estadounidense ha declarado que estará encantado de negociar un acuerdo con el Reino Unido. La UE recordó ayer a Londres que mientras sea socio del club no podrá cerrar pactos unilaterales con terceros países.
La política exterior será uno de los frentes donde puede materializarse rápidamente el choque con Washington. A las dudas sobre el futuro de las sanciones a Rusia, adoptadas en represalia a la anexión de Crimea y la guerra en el Este de Ucrania, se suman las diferencias sobre el conflicto árabe-israelí y la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo sobre cambio climático o el pacto antinuclear con Teherán. “La UE seguirá trabajando por el respeto a la implementación de este acuerdo extremadamente importante para nuestra seguridad”, recalcó Mogherini. Ante el anuncio de que Estados Unidos podría trasladar de Tel Aviv a Jerusalén su embajada ante Israel, la jefa de la diplomacia comunitaria llamó a Trump a evitar “decisiones unilaterales” que pueden tener “serias consecuencias” en la opinión pública de gran parte del mundo. “Esperemos que se reflexione sobre las consecuencias que tendría ese cambio”, dijo.
Detrás del frente de unidad europea ante Trump se percibe incredulidad y desconcierto por la novedad que supone tener a Estados Unidos abiertamente en contra de Europa como idea. “A medida que Donald Trump vaya conociendo la UE y la OTAN desde dentro y participando en sus trabajos, yo espero que cambie de opinión”, afirmó Alfonso Dastis, ministro de Exteriores español. “Lo más importante ahora mismo es mantener la calma y esperar a que empiece a trabajar, (...) quizás descubra que la realidad sea más complicada que Twitter”, declaró el ministro danés de Exteriores, Anders Samuelsen, en referencia a la red social predilecta del futuro presidente. La imprevisibilidad de Trump es un nuevo factor a tener en cuenta a la hora de analizar al próximo presidente de los Estados Unidos. Preguntado por en quién confiará más, si en Vladímir Putin o Merkel, a la que ha llamado loca pero respeta “como líder”, respondió: “Empezaré confiando en los dos, pero ya veremos cuánto dura”.