El nuevo talante
Hernando reitera que el único límite es plantear la “destrucción de España”
Guste más o menos a los cuadros y las bases del PP catalán, la operación diálogo es y será la apuesta estratégica del Gobierno de Rajoy.
Mimos, gestos de complicidad, elogios a la función realizada en un “contexto tan difícil” como el proceso independentista y la reafirmación de que guste más o menos a los cuadros y las bases del PP catalán, y tanto si el Gobierno de la Generalitat mantiene su posición refractaria como si acaba aceptando sentarse a una mesa a negociar, la operación
diálogo en Catalunya es y será la apuesta estratégica del Gobierno de Rajoy.
Con este mensaje la cúpula del grupo parlamentario del Partido Popular en el Congreso, Antonio Hernando, Carlos Floriano y Celia Villalobos al frente, amén del secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, desembarcó ayer en el Parlament para reunirse con los once diputados del PP catalán.
Un encuentro con mucho de protocolario, pero que buscaba también limar asperezas –un sector del PPC recela de la conveniencia de la
operación diálogo–, crear mecanismos de cooperación entre los grupos populares de las dos cámaras y otorgar más protagonismo a Albiol después de que este se haya visto eclipsado por el nombramiento de Enric Millo como delegado del Gobierno en Catalunya.
“La predisposición a dialogar y abordar las peticiones de la Generalitat de Catalunya es total”, subrayó Hernando en rueda de prensa, rebajando así las reiteradas negativas del Govern a los ofrecimientos populares. “Dentro de las reivindicaciones que pongan sobre la mesa, no puede ser que la condición que nos presenten para empezar a hablar es que hemos de tragar con la destrucción de España y la mutilación de los derechos de los catalanes de
Cuadros del PP catalán mantienen sus recelos sobre la efectividad de la mano tendida al Govern
sentirse y ser españoles y europeos”, avisó Hernando.
Hace unas semanas, el Gobierno decidió modular el relato de su operación diálogo en Catalunya, encabezada por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, respondiera a esa “mano tendida” convocando para una cumbre de urgencia sobre el referéndum de independencia.
Esta respuesta de la Generalitat, que ha continuado esta semana con la ausencia voluntaria de Puigdemont de la conferencia de presidentes autonómicos, ha convencido a los populares de la necesidad de modular el relato de la operación
diálogo, combinando la “mano tendida” al Govern, así como la presencia en Catalunya de ministros y altos cargos del Gabinete de Rajoy, con un discurso de “firmeza” ante el independentismo por boca de Albiol.
Ayer el coordinador del PP catalán –que tras ser cuestionada su continuidad tiene muchas posibilidades de ser elegido presidente del partido en febrero– cumplió a la perfección con su cometido.
“Es inadmisible e irresponsable la actitud de la Generalitat. No se puede caer más bajo, pone en evidencia una vez más hasta qué punto el Govern está dispuesto a dejarse pisotear y ha renunciado a representar a los catalanes”, dijo sobre la silla vacía que dejó Puigdemont en la conferencia de presidentes.
En la reunión de ayer en el Parlament, que continuó en un ambiente más distendido en un reservado del histórico restaurante Set Portes, los dirigentes del grupo popular en el Congreso señalaron el “doble lenguaje” que mantienen los diputados de PDECat en Madrid y los de Barcelona.
“Al fin se han dado cuenta de algo que les advertíamos desde hace años”, celebró posteriormente un dirigente del PP catalán.