La venta de pisos millonarios rejuvenece el Turó Park
La demografía del barrio cambia porque familias con hijos compran a los vecinos de más edad del barrio viviendas de 200 m2
RELEVO GENERACIONAL Los hijos ya se fueron y algunos propietarios prefieren mudarse a una casa más pequeña
LLEGAN LAS VACAS GORDAS Aquí, durante los peores años de la crisis, la gente se negaba rebajar los precios de venta
Hace pocas semanas, Esperanza y sus hermanos vendieron el piso donde se criaron. “Cuando nuestros padres murieron, la casa se convirtió en un problema –cuenta esta mujer de mediana edad–. Entre el IBI, la comunidad, el mantenimiento... nuestros padres se gastaban 15.000 euros al año simplemente en tenerla, pero nosotros... Y tampoco queríamos malvenderla. Decidimos esperar el tiempo que hiciera falta”. Se trata de un piso de más de 200 m2 en la calle Lázaro Cárdenas, en el barrio Sant GervasiGalvany, en las proximidades del Turó Park, en un rincón de Barcelona donde de nuevo reina la alegría inmobiliaria. Hace un año, la historia hubiera sido distinta. Esperanza y sus hermanos apenas tardaron tres meses en venderlo por 1.300.000 euros. Lo compraron Adrián y su mujer, dos abogados de 42 y 36 años que tienen un hijo de 18 meses. Esta operación muestra cómo este repunte del mercado está rejuveneciendo este lado de la ciudad, revitalizando su comercio, poniendo de moda sus calles. Ahora grandes fortunas extranjeras buscan aquí inversiones refugio...
“Estamos encantados”, cuentan Adrián y su mujer. En realidad, Esperanza y Adrián son nombres figurados. La personas que compran y/ o venden pisos de más de un millón de euros son muy celosas de su intimidad. “Queríamos mudarnos a un barrio más tranquilo, exclusivo, accesible... sobre todo ahora que tenemos un pequeño en casa. General Mitre con Balmes se nos antojaba ruidoso, incómodo... Aquí, en los alrededores del Turó Park, estás cerca de todo, disfrutas de vida de barrio, tienes tiendas variadas y cualquier propiedad es un valor seguro de cara al futuro. Se están cumpliendo todas nuestra expectativas. Somos muy felices. Llevábamos tiempo pensando en el cambio, pero hasta ahora...”. Sí, Adrián y su mujer son dos abogados muy buenos, y sus familias les echaron una