Olas gigantes.
El vendaval y la lluvia activan las alarmas y el mar engulle playas y paseos
Catalunya vive el peor temporal marítimo de los últimos 14 años, con olas de hasta diez metros en la Costa Brava. La fuerza del agua ha causado daños en todo el litoral. En la imagen, un golpe de mar en el Port Olímpic de Barcelona.
Olas de ocho metros en Barcelona (y de más de diez mar adentro en la Costa Brava), vientos que obligaron activar los planes municipales de emergencia desde el Empordà hasta el delta del Ebro, numerosos paseos marítimos destrozados, playas desaparecidas, puentes dañados, accesos a espigones y rompeolas cerrados para evitar males mayores... El litoral catalán no vivía un temporal tan devastador desde el 2003.
En Badalona, el colector de la playa de la Móra –que lleva las aguas residuales de esta localidad y de la vecina Montgat hasta la depuradora de Sant Adrià de Besòs– ha sufrido importantes daños. El Pont del Petroli, con una altura superior a los cinco metros, tampoco se salvó de la ira del mar: el oleaje ha hecho saltar el voladizo de madera y ha arrastrado la barandilla de protección. Si persisten las lluvias, los aliviaderos de varias avenidas, obstruidos por la arena, podrían provocar inundaciones en viviendas.
El viento obligó a activar el plan básico de emergencias en Barcelona. En el Maresme, rachas huracanadas (de 95 km/h en Arenys de Mar y 85 km/h en Premià de Mar) se confabularon con olas que en algún punto superaron los seis metros. El récord, sin embargo, está en la Costa Brava, donde se registró una de diez metros. Ha llovido sobre mojado para infraestructuras que aún no se habían recuperado del temporal de diciembre. En Cabrera de Mar, las instalaciones del Club Nàutic quedaron totalmente destrozadas. En Malgrat, el oleaje llegó hasta los campings del delta del Tordera y destrozó aceras, derribó muros y reveló la inutilidad de las dunas artificiales de
protección instaladas por el Ministerio de Medio Ambiente en verano. En Pineda, el paseo marítimo vuelve a estar inservible y con las placas de hormigón desencajadas. El alcalde de esta población, Xavier Amor, se reúne hoy con la jefa de demarcación de costas en Catalunya, Maria Toledano, para evaluar los daños.
Este y otros municipios afectados volverán a pedir al ministerio partidas extraordinarias para preservar las playas, las infraestructuras y la vía férrea, especialmente la R1, que ayer volvió a sumar retrasos superiores a los 30 minutos a causa de las inundaciones de las vías entre Badalona y Maçanet. En Vilassar y Cabrera, las olas llegaron a impactar directamente contra los convoyes.
En las comarcas de Girona, una decena de vehículos se vieron sorprendidos por la crecida de la riera de Cadaqués. Los coches fueron arrastrados unos metros y sufrieron desperfectos sin que hubiera que lamentar daños personales. También hubo inundaciones en varias zonas de la población. Protecció Civil alertó a
EL TREN DE LA COSTA Las olas llegaron a impactar contra los convoyes de la R1 en Vilassar y Cabrera
LLUEVE SOBRE MOJADO Infraestructuras que estaban pendientes de mejoras sufren daños todavía más graves
los municipios del Empordà y el Gironès ante posibles desbordamientos. Los ríos Ter, Onyar, Daró y Ridaura y las rieras del Baix Empordà y parte del Gironès y la Selva llevaban anoche caudales muy elevados, que dieron lugar a inundaciones locales, como en El Port de la Selva, donde se cerraron los accesos a la riera.
El temporal también ha dañado la principal postal turística de Sitges, las conocidas como escaleras de la Punta, que suben desde el paseo de la Ribera hasta la iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla. La policía local cerró el acceso por seguridad. Otras playas del municipio, como las de la Marina y del Cap dels Grills, resultaron afectadas. Además, un cable del tendido eléctrico se desplomó por la fuerza del viento en El Garraf, y la policía tuvo que desalojar a dos pescadores de la bocana del Port Ginesta. En Vilanova i la Geltrú se inundaron las playas de Adarró y de la República, y la del Far también vio como el mar engullía muchos metros de arena. El oleaje ha borrado algunas playas en Cubelles y ha inundado el paseo marítimo de algas.
Las playas de numerosos municipios tarraconenses han desaparecido bajo el agua, desde el delta del Ebro hasta el Penedès. Las olas causaron numerosos desperfectos en municipios como Alcanar, donde la brigada municipal tuvo que retirar ramas y mobiliario urbano que el intenso viento arrastró hasta calles y carreteras, para garantizar la movilidad de los vecinos. A las consecuencias del temporal marítimo hay que añadir las del vendaval. En Salou, se desalojó por prevención a varios vecinos de los edificios ubicados en primera línea de mar, en la calle Falconera. El paseo marítimo de esta localidad, así como el de Torredembarra y, más al norte, el de Coma-ruga quedaron totalmente inundados, y el agua penetró hasta sus barrios marítimos.