Figura emergente
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, elige a Inés Arrimadas portavoz nacional del partido liberal.
Polémica y caos por el sistema informático de votación de los compromisarios al congreso
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, cuya reelección como presidente del partido está más que asegurada, presentará hoy públicamente la candidatura del que será su nuevo comité ejecutivo, si así lo aprueba el primer fin de semana de febrero la IV Asamblea General de los centristas. La novedad más relevante es la elección de Inés Arrimadas como portavoz nacional, cargo que compaginará con el de líder de la oposición en el Parlament.
Con esta promoción interna, la joven dirigente, cuya popularidad entre la militancia naranja es muy alta pese a que un sector del partido la acusa de ser “tibia” con el independentismo, se convertirá junto a Rivera en la voz y el rostro del proyecto centrista en toda España. Una forma de reconocer oficialmente un papel que en algunos de los momentos decisivos de la transformación del partido en apenas dos años, como las elecciones andaluzas y las generales, ya desempeñó participando en numerosos actos electorales y tertulias de televisión.
Rivera también reforzará las atribuciones del vicesecretario general, José Manuel Villegas, presente en la sala de máquinas de C’s desde su fundación como partido en 2006 y que ha sido uno de los arquitectos de su salto a la política española y del fuerte crecimiento de la formación naranja, hoy con más de 30.000 militantes y de 1.700 cargos electos.
La apuesta de Rivera por Arrimadas, a quien confió en el 2015, pese a su inexperiencia, el liderazgo de C’s en Catalunya y la candidatura de las elecciones plebiscitarias del 27-S, es también una manera interna de blindarla frente las críticas a su estrategia en el Parlament que han ido aflorando en los últimos meses. Especialmente por parte de algunos exfundadores de C’s –Albert Boadella y Arcadi Espada–, la eurodiputada Carolina Punset y cuadros y militantes de base que sienten que con el intento de ocupar el centro político catalán, para pescar así a antiguos votantes de CDC, “se ha desvirtuado” el mensaje de firme resistencia al nacionalismo con el que nació C’s.
Con la presencia de Arrimadas en un lugar tan destacado de la arquitectura interna de C’s, Rivera también busca rebatir a aquellas voces que señalan que Catalunya ha perdido peso interno en el partido, una vez superada en número de militantes por las agrupaciones de Madrid, Andalucía y Valencia. Con todo, Rivera equilibrará el poder territorial en la dirección naranja y dará entrada a los líderes autonómicos más destacados, como Juan Marín por Andalucía y Miguel Gutiérrez por Madrid.
En paralelo a estos movimientos de Rivera para preparar el cónclave de febrero, continúa el malestar entre un sector de la militancia por lo que consideran un intento de “teledirigir” las primarias a compromisarios (los que asisten y tienen derecho a voto) del congreso. A lo largo de todo el fin de semana desde la dirección se promocionó en las redes sociales a los aspirantes a compromisarios agrupados en la candidatura España Ciudadana, cuando la votación por vía telemática es nominal y no colectiva.
A esto hecho se le sumaron las dificultades para votar: el sábado la web de la votación telemática –un sistema del que desconfían los críticos– permaneció más de diez horas colapsada por, según la comisión de garantías de C’s, “un pico de alta participación”.