Puigdemont admite la dificultad de crear un Estado
“Todo el mundo está avisado de que se hará el referéndum aunque no sea pactado”
“Construir un Estado no es algo sencillo, no es apretar un botón y ya está, se tienen que hacer las cosas muy bien y tenemos que hacerlo de manera segura y seria”, defendió anoche Carles Puigdemont como guía de lo que tiene que ser la culminación del proceso soberanista que está en marcha desde el 2012. El presidente de la Generalitat reconoció la dificultad que tiene la construcción de un Estado nuevo frente a “los que tienen mucha prisa” y reiteró su voluntad de “hacer las cosas bien” en este sentido, según subrayó en el transcurso de una entrevista en TV3, realizada en el Teatre Conservatori de Manresa con un formato en el que quienes formularon las preguntas fueron los ciudadanos.
Carles Puigdemont reafirmó su intención de celebrar el referéndum el próximo mes de septiembre y explicó que medios políticos y periodísticos europeos e internacionales “están avisados de que si no podemos hacerlo de forma pactada, lo haremos igualmente”. Un referéndum, en todo caso, que explicó que deberá cumplir con todos los estándares internacionales para poder obtener el reconocimiento correspondiente, y en este sentido descartó que los ciudadanos extranjeros residentes en Catalunya puedan votar. “Si no hacemos el referéndum y no tomamos decisiones es que hemos fracasado, y esto no puede tener una respuesta individual, sino colectiva, y da igual si se presenta uno u otro”, subrayó sobre su decisión de no ser candidato a la presidencia a la Generalitat, que en todo caso precisó que no significa que abandone la política.
Mas allá de las cuestiones directamente referidas al proceso soberanista, el presidente de la Generalitat defendió la convivencia lingüística en Catalunya y advirtió que “los que han intentado atacarla han salido trasquilados”. En la mayoría del resto de preguntas, los ciudadanos afearon a Carles Puigdemont los recortes en materia social, sobre todo en el terreno de la educación y la sanidad, en los que defendió las prioridades fijadas en los presupuestos del 2017, pendientes de la aprobación final por parte de la CUP, aunque reconoció que la falta estructural de recursos es el principal hándicap. “No tenemos a nuestra disposición los recursos que generamos”, remarcó en velada referencia al déficit fiscal histórico de Catalunya.
El paro, por su repercusión entre los jóvenes, y las tasas de la universidad fueron otras de las preocupaciones expresadas por los ciudadanos, así como los desequilibrios territoriales sobre todo en relación con Catalunya. En este apartado, el presidente de la Generalitat reiteró la decisión de no celebrar una consulta ciudadana sobre el polémico proyecto de BCN World, que aseguró que tiene el consenso del territorio.