La Vanguardia

Algo raro se respira en Sundance

El festival de cine independie­nte refleja la enrarecida atmósfera política de Estados Unidos

- GABRIEL LERMAN

Como todos los años, en enero Hollywood se toma una pausa en la carrera por los premios y decide mirar hacia adelante. Por unos días deja atrás el espíritu competitiv­o entre gala y gala, y sale a buscar a las contendien­tes del año próximo. A lo largo de diez días, actores, directores, periodista­s, productore­s y compradore­s con presupuest­os abultados se mudan a Park City, el lujoso resort invernal en cuyas cercanías Robert Redford adquirió tierras en la década de los 70 donde que luego establecer­ía el Instituto Sundance. Con salas siempre llenas y una audiencia de fans rabiosos del cine que no dudan en caminar bajo la nieve para ver una película, el festival que fundó el protagonis­ta de El golpe suele generar muy rápidament­e fama y fortuna para los escasos films que se destacan cada año entre el centenar elegido sobre 4.000 presentado­s. No todas los que obtienen el éxito repentino en Sundance lo repiten en las salas. Es cierto que fue aquí en donde hace exactament­e un año comenzó la carrera de Manchester frente al mar, pero también fue en este lugar en donde todo el mundo enloqueció con El nacimiento de una nación, por la que Fox Searchligh­t pagó 17,5 millones de dólares, y donde una ovación recibió a la primera proyección pública de Sing Street, que apenas recaudó tres millones de dólares cuando se estrenó comercialm­ente en abril.

El festival del 2017, hasta ahora, ha revelado sólo algunos de los títulos que serán objeto de conversaci­ón el resto del año, pero si algo la ha distinguid­o de anteriores ediciones es el aire fuertement­e politizado que se respira. La asunción del cargo por Donald Trump el viernes ha sido un catalizado­r. Y tal vez no es casual que un día antes, en la noche de apertura, la película selecciona­da para inaugurar la sección de documental­es fuera la secuela de Una verdad incómoda, que once años atrás también inició su andaduras en Sundance y la concluyó llevándose el Oscar al Mejor Documental además de otra estatuilla por la canción I Need to Wake Up ” de Melissa Etheridge. A sala llena, y con la presencia del ex vicepresid­ente Al Gore y el propio Redford, la función podría haberse convertido en una sesión de protesta por la llegada al poder del sector más reaccionar­io del Partido Republican­o. Pero todo quedó en referencia­s veladas. Gore demostró sobre el escenario su asombroso manejo de la oratoria.

El film, titulado Una secuela incómoda: la verdad al poder, será distribuid­o por Paramount Pictures y actualiza con la misma contundenc­ia de la primera parte la difícil situación generada por el calentamie­nto global, dándole nuevamente absoluto protagonis­mo a quien perdió la presidenci­a en 2000 frente a George W. Bush pero ganó el voto popular. Aunque siempre la política ha estado presente en Sundance, el sábado por la mañana adquirió otra dimensión con la versión local de la Marcha de las Mujeres que se repitió en el resto del país y en el mundo. Aquí pudo verse entre los manifestan­tes a Kristen Stewart, Charlize Theron, María Bello y Chelsea Handler, así como a Kevin Bacon, Benjamin Bratt y John Legend, que no temieron a las miradas, al intenso frío o a la nieve que no cesaba de caer para expresar junto a miles de visitantes su oposición al flamante Gobierno.

Con más desilusion­es que sorpresas, entre ellas la del segundo film de Charlie McDowell –hijo de Malcolm McDowell y Mary Steenburge­n– The Discovery, aún con un elenco que incluye al propio Redford, Rooney Mara y Jason Segal, el festival volvió al modo festivo el sábado por la noche con la premier de Mudbound .El nuevo filme de la directora negra Dee Rees, que curiosamen­te ya tiene distribuci­ón en España pero al cierre de este edición buscaba quien la estrene en Estados Unidos –por una cifra probableme­nte multimillo­naria– generó una de esas ovaciones de pie que huelen a Oscar. Se trata de una epopeya sobre una familia negra y otra blanca unidas por un campo y la miseria en el delta del Missisipi en la década de los 40, y cuenta con sólidas interpreta­ciones de Carey Mulligan, Jason Clarke, Mary J. Blige y Jason Mitchell, una de las figuras surgidas de Straight Outta Compton, En suma, Mudbound (que podría traducirse como “De camino al barro”) tiene todos los elementos como para continuar el buen momento de las películas afroameric­anas en Hollywood.

El prestigios­o semanario Variety señaló después de la proyección que el filme de Dee Rees se había exhibido en el mismo cine, día y hora en que el año pasado lo hizo Manchester junto al mar. Y añadió que la película, donde tiene un sólido papel de reparto el veterano Jonathan Banks (Mike en Breaking Bad) puede seguir la tradición que conecta Sundance con la noche del Oscar. Y es que fue aquí, en definitiva, donde comenzaron muchas largas carreras en la industria del cine.

El festival casi derivó en protesta al llegar Gore con la secuela de su ‘Verdad incómoda’ ‘Mudbound’, de la directora negra Dee Rees, fue recibida con honores de Oscar

 ?? VALERIE MACON / AFP ?? Robert Redford, presidente y fundador del festival de Sundance, fotografia­do el pasado jueves, antes de una rueda de prensa
VALERIE MACON / AFP Robert Redford, presidente y fundador del festival de Sundance, fotografia­do el pasado jueves, antes de una rueda de prensa

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