LAS 7 CLAVES
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Conocer el medio es uno de los elementos clave. Debemos saber algo del ecostistema de la start-ups antes de invertir en él ya que existe mucha volatilidad y algunas diferencias respecto al sector empresarial tradicional. Conocer la información del sector y saber en cada momento las tendencias es una de las bazas más importantes para tener éxito en las inversiones. Por ejemplo, este 2017 las tendencias son el Foodtech, la tecnología relacionada con la alimentación, que se estima alcance los 6.000 millones de dólares a nivel mundial. O el Legaltech, las tecnologías aplicadas a las firmas y los despachos profesionales, que será otro de los sectores en auge y donde los inversores ya están poniendo el foco. Aunque el Fintech y la inteligencia artificial darán que hablar.
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Diversificar es el mantra. Y la realidad es que en un sector donde existe tanta volatilidad y en el que grandes start-ups de éxito acaban en agua de borrajas, diversificar es una de las claves para no acabar con la cuenta a cero. Por mucho que nos guste una start-ups o que los gurús de turno nos digan que es el futuro, diversificar ha de ser lo primero que nos venga a la cabeza a la hora de invertir el dinero. Y en cuantas más empresas, mejor, dependiendo de nuestras posibilidades financieras. Para eso hay muchas plataformas e instituciones que nos pueden ayudar a encontrar las mejores propuestas. Además, hay que saber qué tolerancia al riesgo tenemos, y cuanta menos tengamos, más deberíamos diversificar para acabar el año con una buena cuenta de resultados y cierta salud mental.
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Dejarte aconsejar es básico y no solo en cuanto a inversiones en start-ups se refiere. Hay muchas plataformas, como Lánzame Capital, que nos ayudan a invertir en start-ups. También hay muchas fórmulas para invertir como el 'crowdfunding' y otras muchas variantes que pueden adaptarse a tus gustos y necesidades. En cualquier caso déjate asesorar por un panel de expertos en las distintas áreas que no conoces en profundidad o consulta aspectos determinados con un especialista en cada uno de los sectores. También puedes informarte en las escuelas de negocios, la mayoría de las cuales tienen foros de inversión, y en las aceleradoras de start-ups o en las incubadoras donde están los proyectos más innovadores y disruptivos, y también los emprendedores en serie que saben cómo dar en la diana.
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Ponte límites. Decide cuánto vas a destinar a tu inversión y recuerda que siempre debe ser dinero con el que no cuentas ni para tus gastos diarios ni para emergencias. Además, tu inversión en start-ups debe ser solo una parte de tu cartera que tendría que contener además inversiones en bolsa, fondos y hasta en planes de pensiones. Los expertos recomiendan invertir entre el 5 y el 20% de nuestros ahorros en start-ups, porque es un sector con una altra volatilidad en el que la mayoría de las empresas no llegan a los tres años de vida. Y, sobre todo, infórmate de cómo es la inversión y qué características tiene para conseguir, en el caso de una venta de la empresa, tener unos buenos beneficios. Para esto, de nuevo, es importante que te informes sobre el sector y sus características de funcionamiento.
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Es muy importante conocer el modelo de negocio de la start-up en la que se invierte, pero lo es aún más entenderlo. Básicamente, el modelo de negocio de una start-up radica en cómo ésta es capaz de generar valor para sus clientes y generar un flujo positivo de ingresos o beneficios. Es decir, cómo ganarán dinero. Existen muchas start-ups de éxito sin modelo de negocio pero son las menos y, en realidad, dan nulos beneficios a los inversores. En cualquier caso, desde Lánzame Capital recomiendan que " si no entiendes o conoces el modelo de negocio de una startup, mejor que no inviertas en ella. Pues si no sabes cómo funciona, difícilmente podrás evaluar correctamente sus posibilidades de éxito y rentabilidad así como el resto de la información referida al proyecto en cuestión".
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Modelo escalable. Que la start-up tenga un modelo de crecimiento escalable es una de las claves del éxito. Y esto significa que con casi la misma estructura sea capaz de crecer exponencialmente, con lo cual los beneficios se multiplican. Este es el maná de toda start-up y, en la mayoría de ocasiones, de difícil resolución. Más allá de que el proyecto sea o no escalable, está la intención de sus fundadores de que lo sea y ahí volvemos al conocimiento exhaustivo de la start-up a la que queremos financiar. Porque podemos tener un proyecto escalable pero con un equipo que no vea más allá de nuestras fronteras, lo cual es un muy mal indicador. Escalabilidad y visión son los dos puntos clave de un buen proyecto en el que podamos invertir nuestros ahorros.
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Y por fin el equipo. Quizás es uno de los elementos en los que no nos fijemos a primera vista pero un equipo que se complemente es fundamental para el éxito de cualquier proyecto. Y en eso es en lo que se fijan todos los inversores de éxito. Porque dependerá del equipo, de sus habilidades y de su relación, que el proyecto tenga éxito, de modo que es fundamental detectar desde el primer momento si estamos delante de un equipo unido, consolidado y que se complementa, lo cual nos dará mayores probabilidades de éxito, o por el contrario estamos ante un conjunto de personas que no tienen nada que ver las unas con las otras. El equipo, su unidad y cómo se complementan los unos con los otros debería ser una de las claves para decidir invertir.