El Govern confía en el apoyo de la CUP sin tocar el IRPF
El Ejecutivo ofrece 185 millones extras en educación y renta mínima
El Govern da por hecho el apoyo de la CUP a los presupuestos después de incluir una aportación extra de 140 millones en educación y 45 millones más para la futura renta garantizada. Además, se plantea un impuesto sobre emisiones de CO2 a los vehículos de tracción mecánica, un banco de tierras y nueve fondos sectoriales. El consejo político de la CUP tomará su decisión el sábado.
La CUP sabía desde hacía semanas que el Govern acabaría haciendo “gestos” sobre sus demandas para los presupuestos del 2017. Así se lo comunicaron sotto voce desde Junts pel Sí. Pero desconocía el alcance. Ahora, los anticapitalistas tienen la propuesta definitiva del gabinete de Carles Puigdemont, que ha dado un paso más. A grandes rasgos, a lo que ya se tramitó en el Parlament en diciembre, esta propuesta añade la mayoría de los fondos interdepartamentales que reclamaron –entre ellos, el destinado a la renta de garantía ciudadana–, una única tasa medioambiental –el impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vehículos de tracción mecánica– sobre las ocho propuestas por la CUP, y mejoras en Enseacuerdo nyament, principalmente con respecto al incremento de la contratación de docentes. Además, se crea un banco de tierras y se refuerza la supervisión y el control del gasto público.
Pero en el documento presentado por el Govern a la CUP no hay ninguna variación en el IRPF ni en los impuestos de sucesiones y patrimonio, modificaciones que habrían sido clave para facilitar la aprobación de los presupuestos. En la última reunión mantenida ayer por la mañana por los negociadores de las dos partes, el Govern no dio su brazo a torcer sobre estos tres impuestos, aunque los cuperos reconocían que esperaban un último gesto en este sentido. Ahora habrá que ver si la última oferta es suficiente para contentar las bases de los anticapitalistas, que se reunirán en asambleas territoriales desde hoy hasta el viernes con la documentación en mano proporcionada por el secretariado nacional. Y el día 28, el sábado, llegará el veredicto.
La CUP tiene claro que el impuesto ambiental que ha incorporado Economia a la propuesta de acuerdo no sustituye ninguna de las reclamaciones en materia fiscal. “Intentan dar gato por liebre”, aseguran, porque no se plantea la redistribución de riqueza, caballo de batalla de los anticapitalistas. El de emisiones contaminantes de los vehículos de tracción mecánica es un tributo finalista que, según el Govern, aportaría unos ingresos de 77 millones al año para luchar contra el cambio climático. El Govern se compromete a debatir los otros siete impuestos medioambientales propuestos por la CUP en el marco de la ley de cambio climático, que ya se está tramitando en el Parlament.
Con respecto al resto de materias no hay problemas. La propuesta de presentada por Economia destina 140 millones más a Ensenyament para reducir una hora lectiva de los maestros y contratar a 3.500 docentes nuevos (que se suman a los 2.011 que ya prevé la ley), unas cifras que se acercan mucho a los 6.000 docentes y 150 millones de inversión añadida para disminuir dos horas lectivas que reclamaban los anticapitalistas, en concordancia con las reivindicaciones de los sindicatos. Y con respecto a los fondos interdepartamentales, el Govern ha admitido nueve de los diez propuestos por la CUP –el único que no ha considerado es el de recuperación de la gestión pública de servicios actualmente privatizados–, aunque en la mayoría no se detalla el dinero que se destinaría. De hecho, la propuesta no cuantifica en ningún momento cuánto dinero de más harán falta para llevarla a la práctica ni de dónde saldrán, detalle que la consellera de Presidència, Neus Munté, tampoco supo precisar en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern, celebrada excepcionalmente ayer tarde con motivo de la conferencia de hoy de Carles Puigdemont en Bruselas.
Munté tampoco quiso aclarar, además, si esta era la última propuesta o todavía habría margen para hacer alguna otra en función de como evolucione a partir de ahora la negociación con la CUP y lo único que subrayó fue que “mejora los planteamientos iniciales”. Lo que sí que hizo fue no ahorrar calificativos para transmitir el mensaje que el Govern se siente “animado, optimista y esperanzado” sobre la suerte de las cuentas del 2017.
Los cuperos no ven satisfechas sus demandas en materia fiscal, a la espera de lo que decidan las bases