El Pacte pel Referèndum sólo prevé el acuerdo con el Estado
El nuevo manifiesto pide igualdad para defender el sí y el no a la independencia
El comité impulsor del Pacte Nacional pel Referèndum insta a los gobiernos de la Generalitat y el Estado a negociar y alcanzar un acuerdo que posibilite la celebración de una consulta con “garantías” y efectiva. El manifiesto elaborado por el grupo, que encabeza el exsocialista Joan Ignasi Elena, se ciñe a lo dispuesto en la cumbre del referéndum del 23 de diciembre y no menciona en ningún caso una hipotética vía unilateral para la consulta. “Instamos a los gobiernos de Catalunya y el Estado español a superar las dificultades políticas y los apriorismos y alcanzar el acuerdo que establezca las condiciones y las garantías justas y necesarias para la celebración de un referéndum reconocido por la comunidad internacional”, señala. El texto se debatirá con los integrantes del pacto el 1 de febrero, cuando tendrá que ser validado.
“El marco jurídico español permite la celebración de un referéndum”, afirmó ayer Elena durante la presentación del manifiesto. Por lo tanto, continuó, no sería necesaria una reforma de la Constitución para hacerlo realidad. “Lo que hace falta es voluntad política”, añadió el exdiputado, abundando en la petición de un acuerdo entre los ejecutivos de Mariano Rajoy y de Carles Puigdemont.
Una vez los integrantes del pacto den el visto bueno al manifiesto, el grupo impulsor comenzará una gira por Catalunya, España y Europa para difundir su contendido y buscar aliados.
El objetivo es recabar el apoyo de entidades, instituciones, partidos políticos y personalidades del mundo de la cultura y la universidad para crear una gran base de adhesiones. “Hay mucho recorrido por delante, nos reuniremos también con los contrarios al derecho a decidir”, aseguró Elena.
El comité, formado por ocho personas, tiene previsto viajar a Madrid y Bruselas con este cometido y activará una página web para publicar los trabajos y encuentros realizados. Elena evitó poner fecha a la finalización de estos trabajos y se desmarcó del límite marcado por Puigdemont para la celebración de la consulta: septiembre del 2017. “Nuestros timings dependerán de la coyuntura política, y de lo que acuerde el Pacte pel Referèndum”, insistió. Sobre una eventual vía unilateral si el Gobierno central rechaza negociar, el exdiputado no quiso tampoco pronunciarse y se limitó a expresar que eso dependerá de los partidos políticos, no del comité impulsor del pacto.
En todo caso, el manifiesto defiende que toda la sociedad catalana se sienta llamada a participar en un referéndum. Para ello, subraya, es necesario fomentar un “debate” plural y profundo sobre los argumentos a favor y en contra de la independencia, de forma que los ciudadanos que voten en una hipotética consulta lo hagan informados y con conocimiento de causa, tal y como requiere una decisión de tal trascendencia. “Las legítimas opciones que hoy se manifiestan en Catalunya” han de tener “igualdad de condiciones”.
El grupo coordinador buscará alianzas en Madrid y Bruselas para una consulta “con garantías y efectiva”