Notables de la sanidad crean un lobby en pro del modelo catalán
El grupo advierte frente a las acusaciones de privatización
Médicos, gestores sanitarios, catedráticos de varias universidades, especialistas e investigadores punteros forman el cogollo del Cercle de Salut, que se constituye esta tarde en el edificio del Parc de Recerca Biomèdica. Participan a título individual, pero forman parte de la dirección de hospitales, de organizaciones profesionales como el Col·legi de Metges, de centros de investigación como el IrsiCaixa o académicos como la Pompeu Fabra o Esade.
El objetivo de este grupo, más un think tank que un grupo de presión, es debatir, estudiar y analizar la situación de la sanidad catalana y proponer ideas para su sostenimiento “con bases objetivas, contrastando ideas fundamentadas en resultados y planteando alternativas que tengan como objetivo el progreso del sistema y la superación de los problemas aún pendientes”, dice el manifiesto constitutivo.
El grupo reconoce que el modelo catalán es un sistema universal de éxito porque es flexible y se basa en la colaboración pública y privada, por lo que critica las acusaciones reiteradas de privatización de la sanidad “que enmascaran los problemas reales” que provienen sobre todo de la infrafinanciación económica.
El grupo reclama urgentes reformas que permitan una gestión de los recursos humanos que fomenten el profesionalismo y promuevan la calidad del empleo y la retención de talento.
Ayer mismo, Esade presentó su primer informe sobre la sostenibilidad del sistema sanitario público español y anunció que, según sus cálculos, si en el 2015 el gasto sanitario fue de 64.800 millones de euros, en el 2025 podría alcanzar los 113.000 millones (opción conservadora) o los 97.000 millones (opción con reformas): el doble en apenas diez años. El informe concluye que urge reflexionar y decidir las reformas que conviertan el sistema público universal en una organización adaptada a las necesidades que vienen. Y que habrá que pensar en cómo pagarlo.
Hasta el 2009 el crecimiento del gasto sanitario describe una línea ascendente cada vez más empinada. Desde el 2010 la línea desciende con un recorte de 8.000 millones que han pagado los profesionales con un 10% de pérdida salarial, las inversiones, sobre todo en envejecimiento tecnológico, y la farmacia, que ha visto reducir sus facturas un 22%. Y que cada día pagan también los ciudadanos en forma de peor atención.
A pesar de lo que importa a la población su sanidad, dice el informe, los diferentes gobiernos nunca discuten de reformas del sistema. “El primer intento de adecuar la sanidad y hacerla sostenible, el informe Abril Martorell de principios de los 90, sigue sin aplicarse, aunque algunas medidas ya han caducado, claro”, recuerda Manuel Peiró, director del Institut for Healthcare Management de Esade y miembro del nuevo Cercle de Salut.
Según el informe, España es el cuarto país por la cola en Europa en recaudación fiscal, tras Portugal y Grecia, pese a estar en los primeros puestos en IVA, IRPF y sociedades. “No tendría déficit si recaudase lo mismo que sus socios europeos”, dice Joan Barrubés, director de Antares Consulting y coautor del informe. Las claves para afrontar la sostenibilidad, según el estudio, implican una reflexión colectiva sobre las prioridades del gasto público, una recaudación eficaz y debatir las coberturas del sistema, las prestaciones que se quieren tener.
El gasto sanitario podría doblarse en diez años según un informe de Esade que urge a salir de los recortes