Buen nivel
El concurso Viñas disfruta de una salud excelente y la 54.ª edición de esta prestigiosa competición de canto lo ratifica. Este año, además, con todas las categorías otorgadas y con un feliz concierto celebrado en el Liceu y dirigido musicalmente por Daniel Gil de Tejada.
Como suele pasar, el concierto revela voces que quizás no brillaron tanto en la prueba final pero que después se destapan felizmente. Es así como sorprendió que la soprano albanesa Elbenita Kajtazi quedara con un sexto premio, porque la voz es interesante y el agudo limpio y puro, como demostró en dos páginas exigentes de Donizetti, entre ellas la sección final de la escena “de la locura” de Lucia di
Lammermoor. Del mismo modo pero al revés, decepcionó el cuarto premio, la rusa Elena Bezgodkova, engolada y calando en pasajes del aria de Pikovaya
Dama.
El Viñas de este año ha tenido regusto hispánico con ganadores más que notables: el tenor vasco Xabier Anduaga (quinto premio), de agudos un poco tensos, exhibió un timbre muy grato en páginas de Rossini y Sorozábal, mientras que la soprano guatemalteca Adriana González (segundo premio) fue de lo mejor de la tarde gracias al dominio de las medias voces, graves robustos y dicción impecable al servicio de Dvorák y Bizet. Y el tercer premio fue para el jovencísimo barítono de Navàs Carles Pachón (22 años), con una voz fresca, muy bien timbrada y muy expresivo. Atención a este nombre, llamado a hacer grandes cosas.
El primer gran premio fue para un tenor, el checo Petr Nekoranec, también muy joven (24 años) y que exhibe una cuerda lírico-ligera muy bien trabajada en los resonadores craneales, indispensables para abordar con éxito pasajes comprometidos como el aria de Nadir de Les pêcheurs de perles o los nueve dos
sobreagudos de La fille du régiment. Nekoranec es un intérprete seguro, quizás limitado en expresión, pero de fraseo elegante y de gran sensibilidad.