Puigdemont reclama en Bruselas que la UE ayude con el referéndum
Unas 500 personas asisten a la conferencia en la Eurocámara del president y Junqueras Presencia en el acto de diputados escoceses, irlandeses y flamencos independentistas
Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Raül Romeva pronunciaron ayer una conferencia en Bruselas en la que el president pidió que la UE se implique en la solución del conflicto catalán. La sala se llenó, pero no acudieron dirigentes importantes.
“Quiero dejarlo claro: Catalunya es un problema europeo. Europa no puede mirar a otro lado. Debería ser parte de la solución”, reclamó ayer en Bruselas el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante una conferencia pronunciada en la sede del Parlamento Europeo.
Acompañado por el vicepresident, Oriol Junqueras, y el conseller de Exteriores, Raül Romeva, el president quiso transmitir de viva voz y en varios idiomas los planes del Govern de convocar un referéndum de independencia y buscar la complicidad de las instituciones para el proceso que se avecina. Puigdemont incidió en la histórica identidad de Catalunya como nación, repasó los puntos de fricción con el Gobierno español de los últimos años y advirtió que la consulta se celebrará con o sin su acuerdo ya que “obstinadamente se niega a negociar”. Romeva, por su parte, insistió en que la UE “al final tendrá que tomar partido” y calificó de “impensable” que no opte por apoyar la opción democrática de dejar hablar a los catalanes.
El acto fue un éxito de público pero no logró atraer la atención de las instituciones europeas. Más de 500 personas siguieron la conferencia; un centenar de ellas no pudo sentarse ya que la sala elegida por los organizadores, –los eurodiputados de ERC y PDECat, Ramon Tremosa, Jordi Solé y José Maria Terricabras– sólo tenía capacidad para 350 personas. La mayor parte del público se puso en pie para recibir y despedir con una larga ovación a los conferenciantes.
Alrededor de una docena de eurodiputados de otros países –la organización cifró su presencia en unos 40 entre extranjeros y catalanes– asistió a la cita, principalmente del grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea, al que pertenece ERC (un escocés, dos irlandeses, una sueca, una danesa...). Del grupo liberal, en el que está integrado PDECat, asistieron varios independentistas flamencos, una eurodiputada rumana y un esloveno.
Ernest Urtasun (ICV), Francesc Gambús (ex-Unió), Jordi Sebastiá (Compromis), Izaskun Bilbao (PNB), Lidia Senra (Alternativa Ga-
lega de Esquerda), Xabier Benito (Podemos) y Josu Juaristi (Bildu) sí acudieron a la conferencia pero la mayor parte de eurodiputados españoles decidió ignorar la convocatoria o, en el caso del PP, boicotearla activamente pidiendo a sus compañeros de grupo a no fueran. El húngaro Laszlo Tokezs (Fidesz), miembro del PPE, desoyó la petición de Pons y asistió.
La socialista portuguesa Ana Gomes también quiso escuchar a los representantes del Govern “Tengo muchas dudas sobre el proceso pero por eso he querido informarme. No se puede negar que existe el problema, como muchos otros retos a los que se enfrenta Europa, y hay que resolverlo de la manera más democrática posible”, explicó Gomes, amiga de Romeva y la secretaria de Asuntos Exteriores, la exeurodiputada Maria Badia (PSC), también presente en Bruselas.
Ningún embajador de la UE asistió a la conferencia pero los organizadores no descartan que algunas delegaciones enviaran discretamente a algún diplomático. La Misión de las Islas Feroe ante la UE, Kate Sanderson, escuchó con interés los planes del Govern. “Nosotros tenemos también un referéndum el año que viene pero no de independencia sino para definir el proceso para convertirnos en Estado independiente”. También pudo verse al exdiplomático Juan Prat, antiguo embajador de España y delegado de la Generalitat en Bruselas entre el 2011 y el 2013, que recalcó que estaba “a título personal”. La convocatoria iba dirigida en primer lugar al Parlamento Europeo pero también al resto de instituciones y las delegaciones diplomáticas en Bruselas.
La mayoría de asistentes sin embargo llevaba pegatinas de visitantes: no eran titulares del pase interinstitucional que da acceso a las dependencias oficiales de la UE, lo que propició la formación de colas en la oficina de acreditación y la entrada de visitantes de la Eurocámara. La organización no ha facilitado la cifra de asistentes ni su filiación. Entre el numeroso público catalán había residentes en Bruselas pero también grupos que habían viajado expresamente desde Catalunya. La convocatoria tuvo gran difusión en el entorno estudiantil internacional de Bruselas. “Me ha resultado informativo. Tengo raíces turcas y allí también tenemos movimientos independentistas”, explicaba un becario de la Cámara de Comercio británica que había acudido animado por sus amigos catalanes. El acto transcurrió sin incidentes y sin presencia destacable de la prensa internacional.
La conferencia de Puigdemont fue calificada como un acto de “propaganda” por parte del Gobierno central y la oposición en el Parlament de Catalunya. Un evento, en todo caso, condenado al “fracaso” y que tendrá “escasas” consecuencias porque la UE no admitirá “jamás” la ruptura unilateral de un país miembro, según el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. En todo caso, la charla del presidente sí será debatida en sede parlamentaria. El PSC prevé interpelar al Govern en el pleno sobre el coste de la publicidad institucional para promocionar el acto.
Más comprensiva fue la postura expresada por el presidente del grupo Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell. Además de defender la legitimidad de la conferencia de Puigdemont, Rabell criticó la actitud del Gobierno central y el PP en este asunto.
REACCIONES Una diputada socialista portuguesa subraya que “existe un problema” AUSENCIAS Ningún embajador de la Unión Europea asistió a escuchar las razones del Govern