Desigualdad galopante
La crisis hunde la renta (-28%) y el patrimonio (-94%) de las familias jóvenes
El 1% de los más ricos acumula el 20% de la riqueza de toda España.
En el 2014, los hogares de los jubilados ya superaban los niveles de ingresos previos a la recesión económica
La Gran Depresión no golpeó a todos por igual. El 10% de los más adinerados fueron los únicos que vieron incrementar su riqueza (un 15%) entre el 2008 y el 2014, mientras que el resto de los hogares perdió entre el 30% y casi el 50%, según datos publicados ayer por el Banco de España. En conjunto, la riqueza media pasó de 190.400 euros a 119.400 euros en seis años (-37%), tal y como arroja la última oleada de la Encuesta Financiera de las Familias.
El desplome del valor inmobiliario afectó con especial dureza a los más desfavorecidos (cuyo patrimonio depende básicamente de la vivienda habitual), mientras que las familias con mayores recursos se acabaron beneficiando en mayor medida de la evolución positiva de activos financieros como las acciones en bolsa o la renta fija. Así, entre el 2011 –con el inicio de la segunda recesión– y el 2014 –año en el que el PIB volvió a territorio positivo de nuevo– el 1% más acaudalado pasó de acumular casi el 17% de la riqueza familiar en España a superar la barrera del 20%.
También es cierto que este aumento del peso de los más adinerados en el patrimonio neto (propiedades y activos financieros, menos las deudas) de las familias coincidió con un descenso en la participación sobre la renta de los hogares. El 1% de los más ricos disfrutaban en el 2014 del 7,7% del total de los ingresos por salarios, trabajo por cuenta propia y prestaciones, frente al 9% acumulado en el 2011.
Si se tiene en cuenta la renta familiar, después de seis años de crisis económica, los ingresos de los españoles se redujeron un 18%: el estudio trienal del Banco de España, basado en más de 6.000 encuestas, señala que en el 2014 la mediana de ingresos cayó a 22.700 euros al año –es decir que la renta de la mitad de los hogares está por debajo de dicho nivel–, 5.000 eudos ros menos que el 2008. El descenso durante la segunda parte de la recesión de la renta –sin descontar impuestos ni cotizaciones– fue del 9,7%.
Las altísimas tasas de paro y, en general, la precariedad del mercado laboral impactaron con extrema contundencia en los ingresos y el patrimonio de las familias más jóvenes. Los hogares encabezados por un menor de 35 años han perdido a lo largo de la crisis el 28,4% de su renta media y nada menos que el 94% de la riqueza neta (al pasar de 81.700 euros de media en el 2008 a tan solo 4.900 euros seis años después).
El resto de grupos de edad también vieron mermadas sus rentas, salvo en el caso de los mayores de 65 años –en concreto, los ingresos de los jubilados en el 2014 ya eran un 10% superiores a los del 2008–. Desde el Banco de España apuntan que no sólo los hogares encabeza- por una persona de más de 65 años han contado con los ingresos garantizados de la pensión sino que sobre todo en el colectivo de entre 65 y 74 años se han ido incorporando personas con una prestación más alta, gracias a trayectorias laborales más largas y estables. Así, los ingresos de aquellos que han superado la edad de jubilación ya superan los niveles precrisis: en el 2008, la renta media de los hogares cuyo cabeza de familia tenía entre 65 y 74 años era de 19.600 euros, y en el 2014 ya llegaba a 22.100.
Son precisamente los esquilmados hogares más jóvenes los que han contribuido a la caída del peso de la vivienda principal, que entre el 2011 y el 2014 ha pasado de representar el 51,2% de los activos familiares al 46%. Al tiempo, han ganado preponderancia otras propiedades como solares, fincas, locales y los negocios, para las rentas más elevadas. En este periodo, la encuesta del Banco de España destaca además que el valor de la vivienda habitual, el patrimonio más importante de los hogares, se redujo un 19%.
El valor medio de los activos financieros de las familias se situó en 8.500 euros (9.000, en el 2011). La distribución en función de la renta es muy diferente: mientras la mitad más pobre de los hogares tiene más de un 45% de sus recursos financieros en cuentas corrientes, en el caso del 10% más acaudalado estas cuentas apenas representan un 9,2%. Y si las acciones en bolsa suponen en el primer grupo un 3,5%, en el segundo la proporción se multiplica por cinco (17,4%).
La residencia habitual también es la responsable de casi el 69% (cinco puntos más que en el 2011) de la deuda contraída por las familias. Según el Banco de España, el pasivo de los hogares supone un 12,5% del valor total del patrimonio. Casi la mitad de las familias tiene contraída alguna deuda, el 17,5%, ha contratado un préstamo personal. Casi la sexta parte de los hogares endeudados –una proporción muy similar al inicio de la segunda recesión– tiene que dedicar más del 40% de la renta bruta al pago de préstamos.