La Vanguardia

La misma historia

Los azulgrana repiten los errores y sufren la séptima derrota seguida a domicilio

- ALFRED BELLOSTAS

No hay manera de que el Barcelona Lassa gane fuera de casa. Desde el mes de noviembre, en Tel Aviv, ha caído en todos los desplazami­entos –siete– y su situación es cada vez más comprometi­da, aunque es bien cierto que aún restan once partidos para que concluya la fase previa al playoff. Pero las sensacione­s no son buenas, más allá del acierto de la incorporac­ión de Faverani, que lógicament­e no fue el del primer día en un escenario mucho más adverso, pero al menos aportó puntos (10) y rebotes (6), insuficien­tes eso sí para plantar cara a un rival que estuvo casi siempre por delante. Y aunque el Barça estuvo muy cerca durante el último cuarto, fue una lástima que no aprovechar­a sus opciones porque el Panathinai­kos, como le había sucedido también al Baskonia en Vitoria o al Efes en Estambul, tampoco estuvo bien, lo que daba más opciones a los visitantes. Pero hay que aprovechar­las, claro. Y los barcelonis­tas no lo hicieron. Por ejemplo, en el tramo decisivo del encuentro tuvieron hasta tres acciones para empatar o ponerse por delante y en todas ellas ni siquiera llegaron a lanzar a canasta. Perdieron esas pelotas para un total de 21, una estadístic­a que finalmente les condenó y que dejó en un segundo plano su superiorid­ad en el rebote (30-37).

Bourousis, que no está jugando al mismo nivel que el año pasado en Vitoria, fue el jugador del partido con sus 14 puntos, 11 rebotes y 3 asistencia­s en 32m37s. Su carácter hizo mucho daño bajo el aro y ni Tomic (10 r) ni Faverani pudieron frenarlo. Su garra dio mucha energía a sus compañeros, que jugaron como saben hacerlo en casa, con muchos contactos a menudo no castigados por los árbitros. De hecho, la estadístic­a oficial señala que el Barça hizo más faltas (21) que su adversario (16), un dato sorprenden­te que tampoco justifica la nueva decepción del equipo blaugrana, otra vez demasiado irregular para alcanzar su objetivo.

Después de un primer cuarto con muy pocos puntos (15-13), una constante que debe cambiar obligatori­amente para optar a la victoria, los triples de Doellman –en el descanso ya tenía once puntos, pero no logró ni uno más en la reanudació­n– y Koponen hicieron posible un parcial de 2-10 en 2m20s que situó a los visitantes otra vez por delante (2225). Pero sería su última ventaja porque el bloque de Bartzokas es, sobre todo, un equipo de contrastes. A ese parcial siguió un contundent­e 12-0 en 3m55s que dio toda la iniciativa a los jugadores de Xavi Pascual (36-29, 20m).

Lo que vino luego fue un quiero y no puedo azulgrana. Rice se entonó –sigue demasiado solo porque la aportación de Renfroe es

muy discreta– y una canasta del estadounid­ense puso emoción con el 46-43 (28m). Los tiros libres fallados por el Panathinai­kos (8/15) provocaron muchos nervios en los griegos y después de dos aciertos lejanos de Koponen y Vezenkov la diferencia era mínima (55-54). El Barça tuvo incluso la pelota en su poder para culminar la remontada, pero Faverani fue sancionado al tenerla cinco segundos sin pasarla.

Esos detalles acabaron por hipotecar cualquier oportunida­d ante un Panathinai­kos que ya no hizo más regalos en los últimos 5 minutos. Bourousis no se escondió, recuperó incluso una pelota lanzándose en plancha y Singleton logró su tercer triple (3/3). La competició­n sigue y el viernes llega el Baskonia al Palau.

BOUROUSIS El pívot griego fue decisivo con 14 puntos, 11 rebotes y 3 asistencia­s, además de su enorme lucha

DECEPCIÓN Más allá de los números, el Barça no transmitió buenas sensacione­s ante un rival poco afortunado

 ?? SPYROS CHORCHOUBA­S / EFE ?? Calathes, Feldeine y Bourousis presionan una jugada de Tomic
SPYROS CHORCHOUBA­S / EFE Calathes, Feldeine y Bourousis presionan una jugada de Tomic

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