La misma historia
Los azulgrana repiten los errores y sufren la séptima derrota seguida a domicilio
No hay manera de que el Barcelona Lassa gane fuera de casa. Desde el mes de noviembre, en Tel Aviv, ha caído en todos los desplazamientos –siete– y su situación es cada vez más comprometida, aunque es bien cierto que aún restan once partidos para que concluya la fase previa al playoff. Pero las sensaciones no son buenas, más allá del acierto de la incorporación de Faverani, que lógicamente no fue el del primer día en un escenario mucho más adverso, pero al menos aportó puntos (10) y rebotes (6), insuficientes eso sí para plantar cara a un rival que estuvo casi siempre por delante. Y aunque el Barça estuvo muy cerca durante el último cuarto, fue una lástima que no aprovechara sus opciones porque el Panathinaikos, como le había sucedido también al Baskonia en Vitoria o al Efes en Estambul, tampoco estuvo bien, lo que daba más opciones a los visitantes. Pero hay que aprovecharlas, claro. Y los barcelonistas no lo hicieron. Por ejemplo, en el tramo decisivo del encuentro tuvieron hasta tres acciones para empatar o ponerse por delante y en todas ellas ni siquiera llegaron a lanzar a canasta. Perdieron esas pelotas para un total de 21, una estadística que finalmente les condenó y que dejó en un segundo plano su superioridad en el rebote (30-37).
Bourousis, que no está jugando al mismo nivel que el año pasado en Vitoria, fue el jugador del partido con sus 14 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias en 32m37s. Su carácter hizo mucho daño bajo el aro y ni Tomic (10 r) ni Faverani pudieron frenarlo. Su garra dio mucha energía a sus compañeros, que jugaron como saben hacerlo en casa, con muchos contactos a menudo no castigados por los árbitros. De hecho, la estadística oficial señala que el Barça hizo más faltas (21) que su adversario (16), un dato sorprendente que tampoco justifica la nueva decepción del equipo blaugrana, otra vez demasiado irregular para alcanzar su objetivo.
Después de un primer cuarto con muy pocos puntos (15-13), una constante que debe cambiar obligatoriamente para optar a la victoria, los triples de Doellman –en el descanso ya tenía once puntos, pero no logró ni uno más en la reanudación– y Koponen hicieron posible un parcial de 2-10 en 2m20s que situó a los visitantes otra vez por delante (2225). Pero sería su última ventaja porque el bloque de Bartzokas es, sobre todo, un equipo de contrastes. A ese parcial siguió un contundente 12-0 en 3m55s que dio toda la iniciativa a los jugadores de Xavi Pascual (36-29, 20m).
Lo que vino luego fue un quiero y no puedo azulgrana. Rice se entonó –sigue demasiado solo porque la aportación de Renfroe es
muy discreta– y una canasta del estadounidense puso emoción con el 46-43 (28m). Los tiros libres fallados por el Panathinaikos (8/15) provocaron muchos nervios en los griegos y después de dos aciertos lejanos de Koponen y Vezenkov la diferencia era mínima (55-54). El Barça tuvo incluso la pelota en su poder para culminar la remontada, pero Faverani fue sancionado al tenerla cinco segundos sin pasarla.
Esos detalles acabaron por hipotecar cualquier oportunidad ante un Panathinaikos que ya no hizo más regalos en los últimos 5 minutos. Bourousis no se escondió, recuperó incluso una pelota lanzándose en plancha y Singleton logró su tercer triple (3/3). La competición sigue y el viernes llega el Baskonia al Palau.
BOUROUSIS El pívot griego fue decisivo con 14 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias, además de su enorme lucha
DECEPCIÓN Más allá de los números, el Barça no transmitió buenas sensaciones ante un rival poco afortunado