Mr. C, el nuevo Supremo de la F-1
Apunten este nombre: Chase Carey. Es el nuevo presidente (desde el 7 de septiembre) y ahora también director ejecutivo de la fórmula 1, desde esta semana. Es decir, el nuevo gestor del gran circo, el sustituto del Supremo Bernie Ecclestone. Míster C.
El tipo grandote detrás del poblado bigote imperial canoso –con el toque de distinción de las puntas curvadas– es un alto ejecutivo estadounidense original de Nueva York, de 62 años, que ha hecho carrera en la televisión, y sobre todo es conocido (en EE.UU.) por ser la mano derecha de Rupert Murdoch, el magnate australiano de los medios de comunicación. Llega al mando de la F-1 como hombre de confianza de Liberty Media, un conglomerado de medios de comunicación que se ha hecho con el 100% de la propiedad del gran circo por 8.000 millones de dólares.
El lunes se completaba la adquisición de la F-1 por Liberty Media Corporation al fondo de inversión CVC Capital Partners, que controlaba el negocio desde hacía más de una década en colaboración con el incombustible Bernie Eccclestone, de 86 años. La primera decisión de Liberty Media ha sido dar el cargo de Mr. E , el de gobernador del gran circo ,a Carey, “por sus habilidades y experiencia, para hacer crecer el deporte (eufemismo de negocio)”. E, inmediatamente a continuación, despedir a Ecclestone con una patada en el trasero muy diplomática: lo nombraron presidente honorífico de la F-1, en labores de asesor. “Un título que no sé qué quiere decir”, dijo el magnate inglés.
De hecho, para dejar atrás la larga etapa autoritaria de Ecclestone, Liberty Media (que pasará a llamarse próximamente Formula One Group) ha diseñado “una nueva mirada” para gestionar el gran circo: lo hará un triunvirato, con Carey en la cúpula y dos directores generales, Ross Brawn –el exdirector de Mercedes y de Brawn GP– como responsable deportivo, y Sean Bratches como director comercial, las dos funciones que monopolizaba antes Ecclestone. A Brawn le tocará hacer de intermediario entre los nuevos dueños y los equipos, y conducir el futuro deportivo de la competición, y Bratches –exdirectivo de la cadena ESPN– deberá ampliar el negocio, sobre todo en el área de la tecnología digital.
¿Y Carey? Será el responsable de hacer evolucionar y multiplicar un deporte-negocio que “no ha crecido en los últimos cinco años acordemente al potencial que tiene”, en buena medida por Ecclestone: “Él mismo dice que es un dictador. Ha dirigido la F-1 como un dictador durante mucho tiempo, y este deporte necesita una mirada nueva”, dijo el nuevo
UNA “NUEVA MIRADA” El nuevo dueño de la F-1, Liberty Media, ha creado un triunvirato gestor: Carey, Ross Brawn y Sean Bratches ENTERRAR EL PASADO Y CRECER “Ecclestone dirigió la F-1 como un dictador; ahora toca hacerla crecer, conectarla con los medios, los fans”
jefe en la BBC, mostrando un pincelada de su perfil: no tiene pelos en la lengua, va directo al grano, sabe acontentar al público. Por algo es un hombre del entertainment y los medios.
Carey ha sido hasta ahora presidente y director general de Operaciones de News Corporation, el cuarto mayor holding de medios de comunicación del mundo, propiedad de Murdoch. El neoyorquino, licenciado en la Universidad de Colgate (NY) y MBA por Harvard, nunca tuvo relación con la automoción. De hecho, de joven jugó al fútbol americano, y deportivamente sólo se le conoce devoción por los Giants y los Yankees de béisbol. La poca relación que tuvo con los coches le dejó mal recuerdo: una cicatriz en la zona del maxilar superior que le causó un accidente de tráfico. De ahí el prominente bigote con fines de camuflaje.
En televisión comenzó a trabajar en Columbia Pictures y su escalada fue imparable: a los 36 años entró en la Fox, de la cual fue nombrado director de operaciones y vicepresidente ejecutivo. Consiguió los derechos de fútbol americano para la cadena –eran propiedad de la CBS–, compró e hizo crecer la televisión por cable Direct TV (de 12 a 18 millones de suscriptores), llegó a cobrar 30 millones de dólares, el mejor pagado de News Corporation después de Murdoch... Con este perfil de éxito, ahora le encargan relanzar la F-1.
En sus primeras entrevistas, estos dos últimos días, Carey ya ha detallado algunos de sus planes: pretende “hacer crecer la F-1, conectarla con los medios, con los aficionados, asociarnos con los promotores, equipos y patrocinadores”; buscar nuevos ingresos por retransmisión, en el patrocinio y en la promoción; llevar las carreras a nuevos destinos, como Nueva York, Los Ángeles, Miami y Las Vegas, “que la gente venga al destino toda una semana y capturar a toda la ciudad con un gran espectáculo”, según avanzó en la CNBC.