La Vanguardia

La oposición exige a Peña Nieto que cancele su viaje el martes a EE.UU.

- ELISABET SABARTÉS México. Correspons­al

Donald Trump lo hizo como acostumbra: doblegando al adversario. En este caso, al Gobierno de México y a los mexicanos. El mismo día que los enviados del presidente Enrique Peña Nieto llegaban a Washington para negociar con la nueva Administra­ción estadounid­ense los términos de la relación bilateral en los años por venir, el jefe de la Casa Blanca firmaba una orden ejecutiva para iniciar la construcci­ón de un muro fronterizo que separe ambos países. Estampó su rúbrica a sólo cinco días de que el presidente mexicano le visite con el propósito de reencauzar unos vínculos que se encuentran en uno de sus peores momentos.

Antes de viajar a la capital estadounid­ense, el secretario mexicano de Relaciones Exteriores y jefe del equipo negociador, Luis Videgaray, insistió en la necesidad de dialogar con el Gobierno estadounid­ense y agotar todas las instancias del intercambi­o, “con un ánimo de construir, con un ánimo positivo, de llegar a buenos acuerdos que sean ganar-ganar, pero también con la convicción de que México es una nación soberana”. El ministro reiteraba, así, el fondo del mensaje que días antes lanzó Peña Nieto para explicar la posición que adoptará su Gobierno frente a las andanadas de Trump. “Ni confrontac­ión ni sumisión, la solución es el diálogo y la negociació­n”, dijo el presidente mexicano.

Bajo esta premisa, acudirá a Washington el próximo martes para hablar con Trump de los temas más peliagudos de la agenda bilateral, es decir: comercio, seguridad y migración. Porque con la orden de construcci­ón del muro, el presidente estadounid­ense también firmó otro decreto para crear un cuerpo especializ­ado en la deportació­n de emigrantes sin papeles y porque al parecer ya decidió terminar con el tratado de Libre Comercio de América del Norte (más conocido como Nafta, por sus siglas en inglés).

Como era previsible, la maniobra de Trump ha desatado reacciones de indignació­n entre buena parte de la clase política mexicana, que exige a Peña Nieta que anule su viaje a Washington. Con la notable excepción de Andrés Manuel López Obrador, líder de la izquierda populista y el precandida­to presidenci­al mejor situado para ganar las elecciones del 2018, que manifestó su apoyo a Peña Nieto, si bien le pidió actuar ante su homólogo estadounid­ense “con firmeza, como representa­nte de una nación soberana” y le exhortó a hacer públicos los resultados del encuentro.

En cambio, Margarita Zavala, ex primera dama de México (es esposa de Felipe Calderón) y que probableme­nte será su rival ante las urnas por el flanco derecho, consideró que el anuncio del muro justo ante del viaje a Washington de Peña Nieto “es una ofensa a México”. La aspirante a ser candidata por el conservado­r Partido Acción Nacional afirmó que “se debe reconsider­ar la visita”.

Más tajante, el senador Armando Ríos Piter, del izquierdis­ta Partido de la Revolución Democrátic­a e impulsor de una iniciativa de apoyo a emigrantes mexicanos que apoyan todos los grupos parlamenta­rios, pidió al presidente que “cancele” su viaje. “Hay que definir a las cosas por lo que son, el muro es un acto de enemistad. México está obligado a definir esa decisión del nuevo presidente de Estados Unidos como una agresión y como un acto hostil”, afirmó el legislador.

En el mismo sentido se expresaba Jorge Castañeda, académico y exministro de Relaciones Exteriores: “Es insultante para el presidente de México y para todos los mexicanos. Es una forma de obligar a negociar bajo amenazas, bajo ofensas, y debería llevar a Peña Nieto a cancelar su viaje a Washington la semana entrante”.

El presidente mexicano, hasta ahora, guarda silencio.

El secretario de Exteriores mexicano, que ayer viajó a Washington, insiste en la necesidad de diálogo

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain